domingo, 3 de noviembre de 2013

EPILOGOS


“La vida siempre se está viviendo en tres dimensiones; en la memoria, en la realidad y en la imaginación”. Summa Atica, Varelio. 

SACRILEGIO BIBLICO

El falo de Dios y la bendición sustentada testicularmente. Natanael Disla. (i)

En estos últimos días he estado leyendo varios pasajes: Apocalipsis 19:16, en donde se narra la Primera Visión apocalíptica del jinete del caballo blanco; Génesis 24:2, en donde se narra la historia de Abrahán y su criado. En donde el primero le pide que le ponga las manos debajo del muslo y le haga un juramento. Este rito de poner las manos cerca de los órganos de la reproducción podría simbolizar solemnidad y no faltar a la palabra ante un juramento. Igualmente se repite la misma acción en Génesis 47:29, esta vez de mano de Israel (Jacob). Me pregunto entonces, ¿qué tiene que ver en la cultura judía patriarcal, el muslo con los genitales? Si nos fijamos en Éxodo 28:42, vemos que los calzones de lino de los sacerdotes debían llegar hasta los muslos, «tapando así sus partes». Me parece a mí que en la visión apocalíptica el muslo del jinete blanco se hace referencia al falo masculino, teniendo tatuado en él «Rey de reyes y Señor de señores», como principio de una nueva humanidad, en donde ya no hay un rey humano que rija sobre todas y todos, sino que en Jesús la descendencia y la herencia ya están aseguradas. Ese era un gran tema de preocupación para la gente del primer siglo. Los órganos masculinos simbolizan dote, herencia, y por ende bendición.


DESPEDIDA DEL AUTOR

Los doctores del Gran Vehículo enseñan que lo esencial del universo es la vacuidad. Tienen plena razón en lo referente a esa mínima parte del universo que son estas cartas. Penes y travestís lo pueblan y la palabra fálicas aturde en el subtítulo, pero bajo los tumultos no hay nada. No es otra cosa que apariencia, que una superficie de imágenes; por eso mismo puede acaso agradar. El hombre que las escribió era asaz contenido, pero se excitó escribiéndolas; ojalá algún reflejo de aquel placer haya alcanzado a los lectores. (ii)

FIN

Notas.-
(i) Natanael Disla. Maestrando en Género y Desarrollo, estudiante de Licenciatura en Ciencias Teológicas y laico bautista. Santo Domingo, República Dominicana.

(ii) Paráfrasis de un fragmento del prólogo a la edición de 1954 de Jorge Luis Borges a su Historia Universal de la Infamia.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Carta desde el paraíso 22



“De falos hablaremos hoy. De falos y de orgasmos femeninos. De frotes y gozos. De nuestros cóncavos placeres sin castración”. Anne Cé.

Donde van ahora mis lavas ardientes a calcinar mis instintos si ya no hay un cauce, un regazo, un cuerpo maternal donde yacer a esperar el fuego en torrente que habita la carne pecadora si tú has huido del infierno aterrada por el duelo, la desesperanza y el desengaño. Tú eras la ungida, la orquídea inmortal que nace y renace del fango, sobre ti caían los requiebros de la abstinencia, los pétalos del celibato con sus pestilencias malditas, a ti iban los aullidos del lobo, en ti florecían las oscuras amapolas del vicio con sus hedores amoniacales. Donde se vierten ahora las aguas seminales de los tormentos del ver y no tocar las vergas erectas, los falos imponentes, los penes inhiestos como mástiles de la nave sagrada, los miembros tiesos de dura carne venosa, las méntulas erguidas, los príapos orgullosos, si no hay ya descanso para la depravación que late escondida entre las cloacas de los instintos contenidos. Porque en ti navegaba mi esperanza de no seguir solo naufragado, perdido en las tinieblas de una selva olorosa a machos enlechados, y vagar entonces de tu mano cómplice por esos senderos de la perversión para siempre. Tú habías de ser la amante madre amiga, incestuosa, amada y convertida al rito secreto que cuaja entre la fantasía desatada y la realidad impalpable del templo fálico donde se queman los inciensos de mis locuras obsesivas. Donde acudirán entonces los deseos insaciados a verter sus savias sementales, las masturbaciones veladas de los ojos bien abiertos, los estremecimientos del delirio en el frenesí de la copula ambigua y asexuada, la mano que se aferra a un miembro viril para consumarse en el espejo de la virginal sodomía. Ya eres innombrable e imposible, ya estás en el vértigo de lo ausente necesario, ya posees la leyenda y el túmulo del destierro, ya penas por las penumbras donde desembocan las miasmas del espanto, ya no huyes del bosque de las pichulas paradas, de los picos endurecidos de los potros en celo, ya no vas con tus ternuras borrando las huellas del pecado ni aconsejando las penitencias que laven las mustias muecas de mis demonios. Donde estará ahora esperando la nueva madre vaginal que borre tu nombre de las lapidas, que oculte tu perfume con la fetidez salvaje de sus axilas y desagüe el resabio persistente de tus besos con el agrio sabor de su saliva, de sus fluidos corporales, de su sudor de hembra ancestral que todo lo perdona y todo lo comprende. Donde.
Un Vizconde Anónimo.


jueves, 31 de octubre de 2013

Carta desde el paraíso 21


Ultima carta desde mi infierno.


Casandra, lamento de  verdad esto que nos a pasado, otra vez un desencuentro como tantos y tantos que hemos tenido a lo largos de estos en que compartimos un hermoso sentimiento, el Amar. Solo que ahora es más complejo y difícil de sobrepasar pues su origen está en nuestras diferencias básicas; yo soy como soy, un hombre muy sexual, experimentador, me gusta el sexo en todas sus manifestaciones, vivo de sus fantasías y pulsiones, y eso no lo puedo cambiar porque he vivido así casi cincuenta años. La lectura, la escritura y el sexo son los únicos motivos íntimos y personales de placer que he poseído en mi vida. No practico deportes, no me gusta viajar, no tengo amigos, no hago nada que otros hombres comunes hacen en sus vidas. Pero sé que estas cosas de mi gusto a ti te molestan, te asquean, te desagradan, sé que preferirías que yo solo fuera el poeta romántico que tu llegaste a amar, pero eso no es posible, necesito expresar de alguna manera eso que está dentro de mi pujando siempre por salir. Me he contenido mucho estos años por respeto a tus principios, a tu rectitud y a tu moral, pero ahora que estaba dedicado solo a ti ya no puedo autocensurarme más, porque si lo hago deberé buscar otras personas donde verter mis ansiedades y fantasías, y no quiero engañarte, no quiero jugar a dos caras contigo, porque sé que tarde o temprano te darías cuenta y sufrirías, y lo menos que deseos es dañarte, porque aunque no me creas te amo. Esto mismo que te digo me hizo jugar con mis mascaras, lo que tú nunca aceptaste ni entendiste. Pero no te reclamo por eso, cada uno es como es. Y si amamos a alguien debemos amarlo con todas sus virtudes y todos sus defectos. Yo siempre te acepté y te amé como eras. Como te he dicho ya demasiadas veces, no quiero darte más problemas ni complicar tu vida, tú tienes derecho a vivir tranquila y feliz. Y yo también. Por eso siento que es el momento para alejarnos, para comenzar a pensar que todo fue un lindo sueño, y guardar en la memoria esos maravillosos momentos que vivimos, y comenzar a olvidar los malos ratos. Sin rencores ni desengaños, somos distintos y esto quizás era inevitable. Nunca te olvidaré, has sido lo mas hermoso que he vivido en el mundo virtual, que llegó incluso a ser muy real. Para que decir más, es un momento de tristeza, aun tengo en mi alma avergonzada el eco de tus palabras “te juro que nunca te seguirá a tus fantasías triples”, sentí como un odio en esa frase, entonces basta de complicarte y complicarme, ya no volveré a escribirte, pero quiero que sepas que quedarás para siempre en mi pensar.

El Vizconde desolado.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Cartas desde mi infierno (70)


LAS PALABRAS

Las palabras que abren los diques y se vierten en los torrentes del desahogo, quiebran la castidad obligada, el terrible celibato que apenas se rompe en solitarios ritos onanistas, en imaginaciones desbordadas que transgreden limites, pudores y temores aflorando como perfumadas flores de fango en pequeñas perversiones o ocultas e imposibles aberraciones a partir de los rescoldos de lo vivido cuando los días eran una voluptuosa continuidad de inolvidables goces carnales. Palabras que hoy que es el tiempo de los años dorados con su despliegue de nuevas opciones y búsquedas en esas brasas que aun permanecen entre las cenizas surgen como un llamado a los instintos escondidos y secretos, como una llama que inflama la piel en un torbellino de revividas sensaciones, y abren senderos alternativos en un antes prohibidos pero que ahora asumen la posibilidad de realizarse. Y se buscan esas otras opciones que estuvieron en el fondo mismo de los instintos, y salen a la luz las fantasías sodomititas, las incestuosas, las zoofílicas, y el placer voyerista se complace mirando a machos mamándose sus vergas o penetrándose en un juego de sudorosos cuerpos desnudos, mirando el juego de una mujer madura con un joven efebo de dura verga que la violenta y penetra mientras mama su tetamenta como un niño hambriento, o mirando la mano que masajea el pene de un perro hasta hacerlo salir de su estuche, rojo e imponente, y luego lo masturba hasta la abundante eyaculación. Y el alma sofocada en su celda de barrotes masturbatorios vaga por esas imágenes introduciéndose en ella como si atravesara un espejo y es el macho penetrado, el joven edípico aferrado a ese pezón maduro, la mano que pajea el perro sintiendo la rigidez de su hueso peneano, y también el macho que penetra otro macho, la mujer abusada por el juvenil fauno erecto o el perro que se deja masturbar arqueando desesperado tu espinazo hasta soltar el semen a borbotones. Y todo surge de la magia de las palabras, porque ahí está la llave que abre la desaforada imaginación a los recuerdos impúdicos de esas pocas vergas que tocamos, pajeamos o chupamos en los secretos ritos de amistosas sodomías, de los delicados dedos de algunas mujeres que violaron nuestra flor del sur con deseado consentimiento, de la extraña sensación de la lengua lamedora o del pene erecto de alguna mascota canina cómplice de pequeñas aberraciones, de la lengua en un ano femenino y el propio ano lamido, de la visión de los tríos donde vulvas y vergas era indistintos objetos de placer en medio de los cuerpos trabados. Y acá más cercanas, las simples felicidades del sexo reducido a la viciosa y rutinaria masturbación en la virtualidad del cibersexo o ante las imágenes impersonales de parejas muy maduras culiando a destajo, de juegos fálicos entre machos que se pajean mutuamente o se penetran como perros callejeros, de travestís y pajeros, de zoofilia e incesto, en fin, todos esos rastrojos sexuales que aun falta por escribir.
Tu Vizconde literario.


domingo, 27 de octubre de 2013

Cartas desde mi infierno (69)


Casandra mía, ahora te mostraré en los rincones más íntimos de mis cloacas. Este último tiempo he estado tres veces cerca de consumar la sodomía, y las tres me he arrepentido, un poco por pánico al síndrome de inmunodeficiencia adquirida, otro poco por miedo a posibles chantajes (nunca se sabe…), y otro poco por temor a no poder llegar a la pene-tración anal que todos los travestía y gay desean. En los contactos virtuales entre hombres siempre se plantea la identificación de cada macho, quien es  el activo y quien el pasivo, o también si la relación copulativa será un viceversa, ambos pene-trados y ambos pene-trantes. A mí me gustaría sentir solo una leve y suave penetración, de una pichula delgada, quizás solo el glande para sentir lo que una amiguita trava describe muy bien, “…con el prepucio como me gusta, es decir que deja libre una pequeña parte de la cabecita y te permite sentir como se va "pelando" conforme se va metiendo hasta que se pliega todo hacia su base, sin llegar a ella y que una vez que entró el pene, al llegar a la pequeña protuberancia que hace el prepucio replegado, te da un placer extremo pues para esos momentos la sensibilidad se ha disparado, y esa arruguita plegada es como un regalo adicional…”, o para ser franco solo me encantaría sentir las punzadas de un verga dura en mi ano, eso intentos de pene-tración abortados porque yo muevo coquetamente mi culito para evitarla. Nada más. Por otra parte, la edad, la falta de sexo real o la continua masturbación, han hecho que mis erecciones ya no sean como las de antes, no logro la dureza máxima, a veces creo que es por falta de la adecuada estimulación, mental y física. Y no estoy seguro que poder pene-trar un macho. Además nunca me llamó la atención la pene-tración anal con las mujeres, recuerdo que siendo un macho joven y potente, por lo menos dos amigas que me ofrecieron sus anos como muestras de entrega total, y las dos veces no pude hacerlo completamente, ni tampoco disfruté el coito anal. Por eso lo que busco es un travestí muy de closet, o un gay muy discreto y tímido, maduro, mayor de 50 años, gordito, no muy alto, lampiño, pasivo, de pichulita chica y delgada, ojalá con forrito. Así no corro el riego de que me pene-tre o si cedo a esa opción no me duela y pueda gozar la entra de un pene en mi florcita del sur sin resquemor, como si fuera un dedo, o una zanahoria chiquita.

Tu Vizconde sodomítico.

sábado, 26 de octubre de 2013

Cartas desde mi infierno (68)


ENVERGADURA

Acallampada, circuncidada, dura, potente e imponente, levemente curvada hacia arriba, toda intensa, rosada y erguida carne viril de macho seminal, la mano varonil aferra el falo duro y erecto masturbándolo con lento goce, con cortos movimientos, sintiendo en su sensibilidad fálica la deliciosa sensación de su pene introducido, pene-trante un su onanismo solitario. Eyacula gozoso en sus chijetes de leche sexual, y salta el chorro de semen caliente, denso, mientras en el instante del clímax el cuerpo se estremece invadido de embriaguez sexual. Escurre ese moco lechoso, cae como hilos salvajes de néctar priápico, quemantes y vanos sin mojada vagina ni apretado ano que los reciba, los absorba, los disfrute en orgasmos de hembra o de macho pasivo. Mana, destila, estruja el inquietante pico endurecido, la gorda callampa del balano enrojecida, el meato mórbido, fluye el semen vertical,  la mano exprime, pajea hasta hacer baja la cabeza de la hermosa pichula, llevando el frenillo al límite del estiramiento y dolor. El culo se aprieta imaginando las primeras punzada de esa verga rígida en el ano virgen, sintiendo los movimientos pene-trativos iniciales, temiendo el dolor en medio del cual florece el goce anal, sodomítico, hay una tensa expectativa por una irrupción dolorosa que rompa el virginal esfínter, el anillo atrapador que a la vez desea locamente ser desvirgado, violentado, abusado, ser y sentir como hembra violada, con dureza carnal pene-trada. El cuerpo se sensibiliza imaginándose en cuatro patas como una perra en celo ofreciendo el culo coqueto a ese grueso miembro masculino, se imagina levantando las nalgas y arqueando hacía abajo la cintura para facilitar la intrusión. Siente la entrada de la cabeza del pene endurecido, lenta pero continua, trata de abrir su flor del sur, siente la breve brusquedad del balano que cruza el esfínter anal, el príapo entra, pene-tra más y más, y sigue hundiéndose en esa tibia carne ofrecida que goza invadida de ese placer distinto y prohibido. Siente la corona del glande atrapada, abotonada con el anillo del ano, siente como el macho lo culea metiendo y sacando su pichula con brusca desesperación, siente como lo sifonéa incesante, siente el roce campaneado de los testículos en sus ancas, presiente la potente eyaculación siente el chorro de semen impregnando su recto. Se siente ramera, sucia puta, maraca envilecida, meretriz gozada y mujer mancillada, siente el placer y el dolor en una mezcla embriagante, loca. Siente extrañas sensaciones, pervertidas, anheladas, ansiadas. Siente como el macho va retirando su verga suavemente, siente un dolor sordo pero no desagradable, siente la salida final del pene como una burbuja que explota sin sonido. Se imagina que se relaja, se tira de bruces sobre el lecho, su pichulita aun permanece erecta, no quiere pensar en lo sucedido, solo sabe que acaba de florecer en una exquisita sodomía.

Tu Vizconde extasiado.

viernes, 25 de octubre de 2013

Cartas desde mi infierno (67)


Mi dulce Casandra, te invito a un caminar de la mano por una larga noche imaginaria, soñemos, imaginemos, fantaseemos, viajemos muy juntos por los ámbitos más oscuros y ocultos de nuestros instintos, ambos despojados de esas caparazones, fundidos en una complicidad voluptuosa, lubrica y sexual. El lugar; un acogedor departamento perdido en las populosas calles de la ciudad. Los protagonistas; tú, yo y otro macho, más joven, es blanco, con pocos vellos en el cuerpo musculoso y bien formado, su pubis esta afeitado pero ya han crecido algo los pendejitos claros. Tiene una verga larga, no tan gruesa, y en ella sobresale una vena mayor que corre a todo lo largo de su pene, es una verga hermosa, con el prepucio bastante largo que en estado de flaccidez cubre todo el glande, aun ya semierecto la rosada cabecita apenas asoma en su punta. El macho y yo estamos completamente desnudos, tú con una enagua corta y delgada que se apega a tu cuerpo dibujándolo sutilmente en sus ondulaciones, tus pezones se notan claramente bajo la delicada tela. Él está de pie jugando con su verga, ostentoso y ansioso pero en silencio, nosotros nos besamos y acariciamos encendiendo los deseos más impúdicos, luego nos recostamos en el lecho e iniciamos una doble masturbación mutua, tu aferras mi verga y la pajeas suavemente, yo corro un bretel de tu enagua dejando salir un seno y beso y chupo el sensible pezón, mientras una de mis manos juega haciendo pequeños círculos en tu clítoris, ambos con la vista fija en el miembro ya erecto del macho que se nos exhibe orgulloso de su herramienta viril. Llega un momento en que los tres estamos ardiendo de deseos, y entonces invitamos al semental al lecho. Él se recuesta con sus manos detrás de la cabeza dejando su hermosa y erguida verga a nuestra disposición. Y comenzamos un juego nuestras lenguas golosas lamiendo el falo de arriba abajo al mismo tiempo, dándole delicados besitos como dos abejitas calientes que liban la miel de sus fantasías. Nuestras lenguas ávidas y sedientas se encuentran y tocan sobre el potente tallo de esa pichula imponente y llegan juntas a la puntita a disputarse amistosamente las gotitas preseminales, y allí se traban en un alegre y voluptuoso juego sexual como dos húmedos caracoles en celo. Luego me ordenas ponerme en cuatro patitas y me untas crema en mi ano y me abres las nalgas ofreciendo mi temerosa florcita del sur al macho inhiesto que se acerca y me punza el ano con tu falo endurecido, con una mano tú le sobas las bolas instándolo a que me pene-tre, con la otra me tomas mi pichula y comienzas a pajearme suavemente, el macho me toma de las caderas y ayudado por tu mano que tomando su verga la dirige a mi ojalito virgen inicia una muy lenta pene-tracción, me duele y a la vez me hace sentir una deliciosa y extraña sensación, una vez que ya está buena parte de ese falo dentro de mí, tú te ubicas de manera que tu vulva queda frente a mi boca y aferrando mi cabeza con tus manos me induces a  que te haga un sexo oral, luego alargas tu brazo hasta agarrar mi pene erecto y inicias su pajeo, entonces mi lengua afana en tu clítoris, en tus labios vaginales, en la entrada de tu vagina, el macho comienza a sifonearme rítmicamente aumentando mi dolor anal y también el goce sodomítico, y tú me masturbas frenética apretando mi pichula, de pronto, como si los tres entráramos en una misma locura genital al mismo tiempo nos viene un exultante clímax orgásmico, yo lengüeteo tu vulva, él me pene-tra y bombea, tú nos animas con palabras soeces, y entras en orgasmo estremeciéndote y gritando, él eyacula dentro de mí hundiendo su verga y gritando, y yo al sentir el esa brusca pene-tración y el derrame interior de su semen caliente eyaculo en tu mano gritando. Después de goce desatado los tres nos dejamos caer en el lecho, saciados y cansados, un silencio llena el ámbito de esa intimidad compartida, él se va o desaparece, no nos importa pues y tú y yo comenzamos a besarnos tiernamente como en un sueño que ya habíamos soñado.

Tu Vizconde soñador.

viernes, 11 de octubre de 2013

Cartas desde mi infierno (66)


La escena comienza con cuatro machos, maduros, más bien viejones, pálidos, de cuerpos rollizos, y de piel muy blanca, uno casi calvo, otro barbudo, aquel bigotudo, el último flaco, delgado, de vergas no siempre duras pero de tamaños considerables. Mientras miro y me concentro en lo que veo me voy erectando lentamente. Al inicio hay uno sentado en un sofá y dos besándose sobre él, un tercero se asoma con su mano en su verga, los observa y luego desaparece, luego todos inician un juego de machos excitados en una intensa y trabada camaradería sodomítica sobre un lecho de blanca sabana y albos almohadones. Mientras tanto sobo mi pene semierecto y comienzo a pajearme suavemente. Se besan, se sobajean los cuerpos desnudos por todos los rincones posibles, lamen sus anos con ávidas lenguas. Mientras yo me imagino ahí entre ellos sintiendo la suave e inquietante manipulación de mi pene. Se juntan acariciándose hincados sobre la cama formando una pálida estatua grupal de múltiple y cárneo mármol entremachado o machihembrado. Mientras yo me imagino ahí entre ellos sintiendo el morbo del roce de esas carnes blandas y calientes. Se masturban a si mismos o a otro, se maman sus vergas recíprocamente con un plácido sibarismo fálico, acarician amistosamente sus mórbidas y lampiñas blanduras y flacideces. Mientras absorto y excitado alcanzo la erección total y me pajeo más y más rápido. Se penetran por turno en grata y compartida sodomía, se manosean felices de su nudismo desvergonzado, entregados a los vicios, placeres y fantasías de una calmada orgía de machos veteranos en un ambiente de amistosa complicidad. Mientras fantaseo con estar ahí entre ellos sintiendo el restriego genital entre esos machos calientes. Sus panzas se cimbran mientras culean en rítmicos movimientos, ya sea cuando uno de ellos se ofrecen piernas arriba dejando su ano expuesto a la pene-tración del amigo o se pone en cuatro como perra en celo proponiendo su culo ansioso al erecto falo hambriento de apretada y carnosa hondura. Mientras me imagino ahí entre ellos sintiendo el manoseo, el roce, el frotamiento sobre mi piel desnuda. En un momento dos de ellos se enyuntan como dos caracoles trabados en una copula voraz y los otros dos los observan de pie pajeándose en un cercano voyerismo gay. Mientras voy sintiendo la inminencia de la eyaculación. Se traban, se entremezclan, se culean como leva de perros sin hembra, se abotonan en una culiadera de carnes obesas, fofas y pálidas, se masturban casi rozando sus vergas hasta derramar el semen sobre el otro. Mientras yo eyaculo deliciosamente y mi semen escurre por mi mano. Hacía el final dos de ellos se entregan a un lamido beso final como epilogo de una homosexualidad compartida. Pero yo ya estoy laxo y saciado intentando retomar mi solitaria realidad.

Tu Vizconde masturbante.

martes, 8 de octubre de 2013

Cartas desde mi infierno (65)



Querida Casandra, muy mía, no me guardaré nada, porque sé que en ti esta la complicidad y comprensión que necesito para expresar mis deseos que siempre están pugnando por salir a la luz para encontrar la paz del alma y la tranquilidad del cuerpo. Llueve intensamente, me levanté temprano como siempre y me sentía caliente, sentía esa necesidad o pulsión de masturbarme. Como siempre lo hago entré a una web porno a la que soy muy asiduo, y en la que hay todo tipo de videos sexuales, parejas, gays, masturbaciones, etc., en todas las variantes posibles. Como te he relatado en alguna cartas anterior comencé a buscar algún video que me excitara, que cumpliera con mis fantasías. No suelo ver pornografía gay pues no me atrae ni calienta mayormente, pero si a veces veo machos pajeándose, y dependiendo de sus vergas me masturbo mirándolos. Vi varios videos de parejas con mujeres muy gordas, y de mujeres mexicanas maduras, morenas, macizas, de aspecto vulgar, pero no encontraba lo que necesitaba. Hasta que vi a un macho maduro y muy gordo y pálido pajeándose, y me calentó porque recordé una de mis fantasías más recurrente y que como te conté he intentado cumplir sin éxito; estar con otro hombre, ambos desnudos masturbándonos frente a frente. Solo eso, ver a otro macho pajearse al igual que yo. Nada de pene-traciones, ni sexo oral, ni siquiera tocarnos. Tampoco un travestí vestido de mujer, simplemente un macho caliente y pajero como yo. Entonces busqué en la web un video en el que se cumpliera la visión que poseo de mi fantasía. Y encontré uno perfecto. Un macho cuarentón mas bien gordo, totalmente lampiño, lo que le da cierto morbo a su cuerpo, incluso calvo, con una hermosa pichula, larga, gruesa, algo curva, muy cabezona, con las bolas sin un pelito, grandes y rosaditas. Estaba sentado desnudo de frente a la cámara en una silla con apoya brazos, pajeándose con mucho placer. Sin mirar la cámara, se tomaba y acariciaba sus testículos, echaba la cabeza hacia atrás por el goce, se acariciaba sus tetillas sensualmente, abría y cerraba sus piernas, se notaba que estaba gozando intensamente la paja. Las mejillas las tenía ruborizadas y el rostro serio. Al final eyacula y saltan algunos pequeños chijetes de semen, la verga no estaba totalmente erecta, pero con suficiente rigidez. Luego de acabar se estruja el pico voluptuosamente, haciendo ostentación de su tamaño, en esos momentos su pichula se ve imponente, y para terminara se da unos golpecitos en el vientre con su verga que le llega hasta el ombligo. El video dura poco más de dos minutos. Así que comencé a masturbarme mirando e imaginándome ahí, frente a él, yo también desnudo, sentado en una silla pajeándome, fue una paja muy rica, intensa, gozadora, con mi vista clavada en ese miembro delicioso hasta que eyaculé dejando salir una buena cantidad de semen. Luego de descansar y relajarme unos minutos me puse a escribirte esta carta, mientras sigue lloviendo en el jardín de las rosas.

Tu Vizconde fálico.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Carta desde el paraíso 20


REVELACIÓN FINAL

La hembra sigilosa

Casandra, no podrás huir de mis perversiones de macho, de mis anhelos de poseer tu cuerpo integro, total, de pene-trar todos tus tibias cavidades de hembra dispuesta y rendida, tu vulva mojada de tus deseos, tu anillo anal apretado y nervioso, tu boca húmeda esperando mi falo…, entraré en ti por todas tus puertas del placer, y te sentirás abusada, violentada, violada, pervertida… y lo gozaras!, porque ambos sabemos que eso es lo que buscas y deseas!!, así que deberás rendirte a la evidencia que palpas en tu cuerpo…, eres mía!, soy el Intruso, el Amo y Señor de tus anillos, y te quiero hembra, meretriz, perra y mujer, te quiero sucia para lamer tus pecados te quiero desnuda, caliente, ansiosa, te quiero puta callejeando por mi cuerpo ebria de mi sudores y mi semen, te quiero perdida, impúdica, te quiero bestia abierta, sexual, lubrica, vulgar, te quiero amante, esclava, pervertida doncella, te quiero impura, desvergonzada y blasfema, solo piel quemante y carne embebida de sus propios jugos, te quiero intensa, pecadora y sublime para redimirte mesiánico y mortal en ese ultimo beso, cuando ya saciados consumamos nuestro Amar. Sí, y así deseo violentarte, hacerte sentir hembra poseída, violada, pene-trada, hacerte gritar, gemir... pedir clemencia, hundir en tu sexo mi falo con violencia, con desesperación de macho, hundir y sacar... hundir y sacar, me hundo en ti, te pene-tro con fuerza, con ansiedad, tu gritas y te retuerces, temes mi falo duro, erecto, mis manos encopan tus pechos, succiono tus pezones sensibles... los mordisqueo, los ensalivo.... ah! mi mano va a tu sexo, húmedo, caliente... y con mi dedo del corazón hago pequeños círculos en tu clítoris... gritas de placer, das quejidos de hembra ardiendo... entonces abro tu sexo con mis dedos, te sientes violada y me pide clemencia, pero mi verga erecta ya esta en la entrada de tu sexo... y lo empujo brutalmente dentro de ti, lo hundo entero ah, uf! irrumpo en esa flor húmeda, me hundo rompiendo tu virginidad... gritas, te quejas, pero ya estoy muy adentro de ti y entro y salgo, entro y salgo... mi verga esta tan dura que me duele pero igual la hundo en tu ardiente profundidad... y sigo empujando mas y mas, estoy todo entero en ti, en tu sexo mojado... caliente, y de pronto... me estremezco, mi cuerpo ahora se retuerce en ti, sobre ti y eyaculo! En ti ah...! todo mi semen, como una lava se derrama en ti, adentro de ti, me quedo ahí, duro, eyaculando en ti, ah! ah!! ufff más! más de mi lava te llena... tu cuerpo en orgasmo se sacude ah!, si! ya! ya... aaaggh aaag... ah! si! ufff... (Entró en mis íntimos túneles secretos, furtivo y silencioso, iluso o ingenuo, yo creía que le seducía con mis pobres artes de poeta solitario y de fauno onanista, pero no era así, tarde me di cuenta de que era ella la que se iba apoderando de mí, de mis posesiones mas ocultas, de los únicos tesoros vírgenes que yo poseía. Ahora ya es tarde, ha incubado sus magia en mi cuerpo y mi mente y mi alma… y esos íncubos corroen deliciosamente mi voluntad con placeres desconocidos, con extrañas perversiones…, cuando defeco siento intensamente la lenta salida de mis propios excrementos y siento nítidamente que es un falo que va saliendo de mi anillo anal después de una incorpórea pene-tración anterior, que estoy seguro nunca consentí…, cuando orino, y mientras el cristalino chorro dorado cae en delgada vertiente siento sus dedos sujetando mi verga fláccida y tierna…, puedo reconocer que su mano en mi pene al orinar es un claro simulacro de mi vicio masturbatorio…, pero el nuevo goce que siento al excretar es algo desconocido para mí, y creo que hay algo de lo que  leí por ahí:  “el verdadero hombre debiera reconocer el placer “fecal”, el mojón/sorete/zurullo recorriendo los últimos tramos del intestino, atravesando el recto hasta finalmente despedirlo, no es lo mismo que un pene o falo atravesando un ano ¿o sí?” Sé que es ella, la Weibchen verschwiegen, porque mi alma se estremece en estas voluptuosidades de un modo que solo con ella he conocido…, quizás que otras sucias depravaciones ha sembrado en mí, y que están ahí, agazapadas, latentes, solo esperando la orden codificada de su hermosa voz para despertar y seguir corroyendo lo poco que había logrado mantener libre de las miserias de mi vida. Pero ya es tarde…, y solo me queda renunciar a mí mismo sin luchar y rendirme a sus obscenos encantos de hembra sigilosa…)

El Vizconde, tu Divino Intruso.

martes, 24 de septiembre de 2013

Cartas desde el purgatorio (8)


FANTASIA SINFONICA DE CULMINACIÓN

“La adicción al sexo no implica placer, lo que se intenta conseguir es calmar una ansiedad.” Rafael Cuesta Barbas, sexólogo.

Casandra, ahora después de estas cartas ya sabes, o has confirmado, que soy un vicioso mirón, un sucio sexópata y un desenfadado pervertido fálico así que nada que venga de mí te sorprenderá. Por eso me atrevo a proponerte cumplir una fantasía que te involucra y pervierte definitivamente. Se trata de lo siguiente. Yo pago a un gay, maduro, gordito, lampiño, pasivo y tímido para que comparta con nosotros unas horas de álgida intimidad desbocada. Nos encontramos los tres en un sitio al que nunca volveremos, es de día, y las cortinas amarillas cerradas le dan a la habitación un ámbito de gratas penumbras, las seis suites para violonchelo de Bach ejecutadas por Yo-Yo Ma completan el íntimo paisaje interior. Abrimos una botella de champaña y brindamos. Mientras bebemos y conversamos nos vamos desnudando tranquilamente y en plena confianza, como si esta no fuera la primera vez que nos reunimos. Tú miras ansiosa las dos verga, él me mira la mía insinuante, yo los miro a ambos, la pichula de él saboreándome, tus tetas con sus erguidos pezones y tu vulva algo oculta enttre tus piernas juntas. Primero le escurres champaña por su verga y se la chupas un rato hasta erectarla, yo miro sentado en un sillón en medio de las sombras. Luego repites el rito con mi pichulita, la erectas paladeándola con fruición. Luego los tres nos acostamos y nos acariciaríamos un buen rato, los tres trabados sin importar quien a quien, acariciando chucha, picos, tetas, tetillas, anos, nalgas, todo piel a piel, con sensualidad total, luego tú te pones en al borde de la cama con las piernas abierta y él y yo bebemos la champaña que se escurre por tu chuchita, alternándonos uno en el piso con la boca abierta bajo tu vulva mientras el otro deja correr la champaña en el rosado canal de tu sexo. Luego acostamos a gay en la cama y le lamemos y mamamos su pichulita, nuestras bocas besándose y lamiendo el pico tierno y tímido al mismo tiempo, entonces yo me acostaría y tu y él me lamen y chupan mi pico, tu me mamas y él me lame las bolas y el ano, luego tú te acuestas con las pierna abierta abriendo tu chucha y te lamemos tu chuchita y tu ano, ambos a la vez, y viene entonces una orgía loca y desenfrenada y yo voy mirando las escenas que repite el gran espejo de la pared y espío como te abusan violentan violan pene-tran dos machos vergudos, y tú atrapada entre ellos dando chillidos de placer y dolor a la vez por las sucesivas pene-traciones anales y vaginales y bucales, por momentos me veo a mi mismo masturbándome frenéticamente ante la lubrica visión de la excitante sodomía involuntaria a la que él te somete, y tú sabiendo que te espío vuelves tu carita hacía ese espejo para mostrarme tus femeninos gestos de dolor y de goce que se van alternando, cuando te mete la verga o cuando te la saca de tu adolorida florcita anal, o cuando los machos reflejados te la meten bruscamente en tu boquita pintada tomándote de tu cabeza para aumentar la pene-tración bucal hasta darte arcadas, y tu las chupas como poseída y te eyaculan en tu rostro ruborizado, y yo me sigo masturbando desesperado pero conteniendo la eyaculación porque después que los machos se vayan saciados de ti, yo te mamo tu clítoris, chupándolo delicadamente como si fuera una pequeña pichulita mientras me sigo masturbando, y cuando siento en mi boca de macho pervertido que empujas tu pelvis para llegar al orgasmo yo llego a la divina eyaculación. Y entonces aflora mi fantasía fálica y yo me dejo punzar por el gay, solo punzar con su pichula en mi culo virgen mientras tu me acaricias entero, me mamas, me masturbas, me lames, entonces yo me recuesto en la cama boca arriba y tú me montas, te metes mi pico en tu chucha y él te monta a ti por atrás y te penetramos ambos a la vez y así hasta que los tres acabamos juntos gritándonos cosas cochinas, tu atrapada entre los dos picos moviéndote como una puta bien pagada, y nosotros sifoneándote por la chucha y el ano desesperados. Saciados no dejamos caer en el lecho asesando. Descansamos en silencio. Después de un rato tú te recuestas a un lado dejándonos espacio y yo aferro su verga fláccida y blandita y se la sobo, también acaricio sus bolas sintiendo su tibieza y sintiendo como pichula blandita va despertando, se va poniendo más y más dura, y cuando este totalmente parada y potente, te tomo con mi mano por debajo de sus bolas para que quede todo el manojo, testículos y pene juntos como una flor con su pistilo, y bajo mi boca hasta ese pico rico y curvado y lo mamo, lo chupo, lo succiono, lo lamo, lo masajeo con mi lengua, lo muerdo suavecito con mis dientes, lo aprieto con mis labios, me lo trago entero y lo aprieto entre mi paladar y mi lengua, mientras sigo sobajeando sus bolas con mis manos y le chupo el pico con todas mis ganas, succionándolo de abajo hacia arriba y viceversa, sintiendo su glande duro en mi paladar y su piel suave en mis labios, y así sigo hasta sentir que se queja de gustito, y siento los latidos de su pichula avisando que viene la eyaculación, y lo sigo chupando más y más fuerte hasta que larga el chijete de lechecita caliente y me la trago toda y lo chupo más para que me de más y más leche, y así hasta la ultima gotita. Mientras descanso mirando la lámpara colgante voy diciéndote en silencio: Madre, ay! madre amada y virginal, ay! madre deseada y meretriz, ay! madre consentidora y soñada, esa imagen ha pene-trado mis sueños y fantasías mas ocultas, ha disuelto mis instintos en una sopa de semen, saliva, orines y sudores, ha fragmentados todos mis pecados antes de ti, a roto el arcón de mis misterios sexuales, verte así, mamando una verga, violentada en tu esencia de mujer y ab-usada en tu esencia de hembra, me ha cumplido mis fantasías mas imposibles, ahora te he visto puta y mía, violada por un macho y culiada por mi, en esa imagen al fin, como en una edípica comunión ancestral somos Uno, tu y yo unidos por el sexo pecador que antes era imposible y ahora es una realidad que ambos podemos tocar. Gracias madre, tu hijo te ama desde lo mas profundo de su alma de macho.

El Vizconde sinfónico. 

sábado, 21 de septiembre de 2013

Carta desde el paraíso 19



Casandra mía, gracias por decir que soy “un buen escritor”, pero tú sabes que a quien escribe no le basta con saber hacerlo, necesita la inspiración, la musa que despierte en él los sentimientos, las sensaciones, las motivaciones que se transforman en verbo, en palabras, en imágenes, y tú eres la dueña de mi verbo e imaginario, sé que el erotismo que florece en mis poemas te pertenece, en ti la semilla de mi deseo brota, crece y florece, es bajo el hechizo de tu piel desnuda, de tus tibias palomas, que me iluminan como luz de la luna llena que mi inspiración se desata como un potro libre de amarras y corre desbocado en busca de su potranca, para oler su sexo húmedo y anhelante, para montarla, cruzarla, copular con ella en el pasto fresco de la primavera mientras van surgiendo mis versos de fuego que buscan encenderte, despertar en ti los mismos deseos que arden en mi cuerpo cuando miro tus imágenes inspiradoras de ese erotismo sagrado porque tu eres la diosa del templo donde se quema el incienso de mis ansias desesperadas por tu cuerpo, por besarlo, lamerlo, penetrarlo, por hundirme en el como un macho potro en su hembra potranca, (como en el rito del cortejo y apareamiento donde la potranca en celo atrae al potro con sus feromonas presentes en la orina y descargas vaginales, el potro por su parte realiza un cortejo sistemático y muy elegante, mira a la potranca en celo de manera insistente, relincha constantemente de manera prolongada y con mucha energía, levanta las orejas, trata de mostrar mayor volumen corporal doblando su cuello, abre los ojos de manera excesiva, dilata los ollares, marcha elegantemente delante de la hembra, se acerca de frente a la potranca, olfatea los ollares, las orejas, el cuello, las axilas y el bajo vientre de la potranca, lame los miembros posteriores de la potranca, lame y olfatea la zona genital de la potranca, luego estira el cuello y levanta el labio superior mostrando sus dientes, golpea a la potranca con el pecho para cambiarla de posición, mordisquea con suavidad la crin y se frota contra ella, la erección del potro aumenta cuanto más guiña la vulva la potranca, el potro se excita aún más cuando la potranca aparta la cola y deja el paso libre, ya que esto significa que la sumisión es total, eliminando completamente el temor al rechazo, el potro procura que su pene esté en posición correcta y la penetra, la cópula es breve, luego de seis o siete movimientos se da la eyaculación, y se puede evidenciar por un movimiento de la cola hacia arriba y hacia abajo), Casandra deseada, tú que perdonas mis fantasías, sé que a veces mis deseos te colman, te invaden, te saturan, pero debes saber que solo en ti está la llama que los enciende, que en ti ardo y por ti el ídolo se erecta como un dios insaciable, perdóname o compréndeme, es más fuerte que yo, tú haces nacer a tu poeta erótico, tuyo y en ti. Te va un beso de fuego.

Tu Vizconde empotrado.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Cartas desde mi infierno (64)



A Mariane la conocí hace siete años a través de una amiga, viuda cincuentona, maciza, tetona, degenerada, algo ninfomaníaca, tuvimos mucho cybersexo y culiamos unas 5 o 6 veces durante unos dos o tres meses, me gustaba, pero ella quería un amigo que la “ayudara económicamente” y con el que pudiera salir a comer, pasear y bailar etc., y yo no soy de esos, así que dejamos de vernos sin mayores problemas. Hace como dos meses, me envió un mail invitándome a hacer un trío con su pareja, lo pensé mucho y decidí que no, ella se extrañó mucho, pero no quise hacerlo por dos motivos muy claros; primero porque me di cuenta que ella, que tiene unos 50 años o poco mas y él tiene como 40, eran una pareja muy rara, ya que me di cuenta que no se conocían mucho entre ellos, es decir eran una pareja ocasional, y pensé que era peligroso por las infecciones, y segundo, porque intuí que ella también quería que pasara algo entre él y yo y jamás he querido eso, mi secreto es solo que me excitó viendo vergas por Internet, nada mas. Ella me escribió diciéndome: “Hola, como has estado, yo portándome super mal gozando la vida, creo que ya me puse mas que al día. Sabes tengo un amigo motoquero joven de 40 años que quiere verme con alguien más, y tu serías la única persona con la cual yo podría hacer algo así, aparte que tú me lo propusiste una vez, recuerdas? Solo tendrías que pagar el motel y decir donde nos juntamos, él puede el sábado o domingo durante el día, y llega este sábado a las 11 del día. Me encantaría tener una experiencia así de rica y excitante.” A lo que yo contesté inicialmente: “Que rica e indecente invitación!, es para cumplir una deliciosa fantasía, y por supuesto que me encantaría participar en ella. Primero aclárame un par de cositas; Tu ya has tenido relaciones con él?, lo conoces bien?, sabes quien es y como y con quien vive? Como es de personalidad?, por lo de motoquero se me imagina medio loquillo, además que es bastante joven. Es macho macho, o bisexual, o medio gay? Cual es la idea de la sesión?, él quiere verte a ti con otro macho haciendo de todo? O quiere que otro macho los vea a ustedes y se masturbe o participe como ayudante? Hay algunas restricciones?, por ejemplo, yo puedo hacer lo que quiera contigo (que tu me dejes por supuesto), o solo mirar, él o yo podemos tocar el miembro del otro, o mamarlo etc.? Él también podría penetrarme a mi?, o yo tendría que penetrarlo a él? Amiga, esto es importante porque yo no penetraría a otro macho ni me dejaría penetrar por uno! Todo lo demás sí. Amiga, este cuestionario parece medio ridículo, pero en estas cosas es mejor tener todo claro antes para no llevarse sorpresas a ultima hora, y también está el temita de los posibles contagios, espero me entiendas”. Y ella me contestó: “Respondiendo a tus preguntas; Sí, he tenido tres veces relaciones con él, él anduvo con una amiga, obvio que ella no lo sabe. Lo conozco bien, confío en él, vive con su pareja, que no lo satisface. Es super macho, nada de gay ni bisexual, él quiere hacerme feliz, y verme contigo y hacer cosas conmigo. Sin restricciones. Yo decido ya?, ustedes solo obedecen. Nada de penetraciones entre hombres, eso para el sería gay. Usaremos condones obviamente para no contagiarse con nada”. Entonces ella me contactó con el motoquero e intercambiamos algunos mensajes, pero después todo se fue diluyendo, No pudimos ponernos de acuerdo en la fecha y todo eso, finalmente decidí no seguir con ese tema y no he vuelto a saber de ellos.

El Vizconde temeroso.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Cartas desde mi infierno (63)



Hace ya más de un año conocí vía mail y a través de una amiga poetisa con la que tuve una larga relación erótico-literaria, aunque nunca nos hemos conocido en persona, a una damita travestí, aunque a ella le gusta definirse como “shemale”. Al poco me envió fotos de ella; madura, de muy hermoso cuerpo, muy sexual y sensual, aunque de rostro más bien feo, pero con esa fealdad especial que poseen algunas mujeres que las hace más excitantes, en mi opinión. Como que tiene “cara de calientes”. Se hace llamar Alondra. Bien, por ahí le escribí un poema que publique en mi blog de Travas, lo que le agradó mucho. Pasó el tiempo y finalmente me invitó a su casa donde vive sola ya que es separada. Un día me decidí y fui a visitarla. Habíamos quedado de que yo llegaría a las 18:30, pero ella se atrasó, así que debí esperarla media hora en un parque cercano porque quería travestirse y esperarme completamente vestida de dama. Alas 19:00 me llamo al celular y me dijo que fuera a su casa, que estaba la puerta entornada y que entra y la esperar en la sala mientras terminaba de arreglarse. Entre y me senté a esperarla en la sala, media hora más! Hasta que apareció, uau!!, vestida con bragas chiquititas, botas hasta la rodilla de tacón fino y alto, medias caladas (de red), y un ‘blusa’ de red con trama bastante abierta que le llegaba hasta medio muslo. Sus pezones rosados  y pequeños salían por entre la red, sus pechos eran pequeños, nubiles como de adolescente. La piel muy suave y pálida, sensual. Muy maquillada, peluca de pelo miel oscuro con visos mas claros, muy largo, hasta la cintura, aros y pulseras vistosas. Tenía la piel de una mujer de 30 años y una cara de bastante más años. Yo estaba un poco nervioso, no mucho, sobretodo porque no sabía hasta donde iba a llegar la cita. Aunque mi idea era máximo llegar a una masturbación, mutua o no, o algo así. Conversamos mucho, me contó de su vida, de sus inicios, algunas experiencias picantes, con otras damas travas, y algunos varones también. Me dijo que solo había tenido dos hombres estables en su vida, comenzó a salir del closet cuando se separó, unos 5 o 6 años o poco más. Igual ahora lleva una vida doble, es un varón formal en sociedad y entre sus amistades de trabajo o sociales. Solo se viste en casa, y rara vez sale de noche así con otras travas. Le encanta sacarse fotos!!, ese es su vicio, ya sea que le tomen otras amigas o amigos, o generalmente se las toma ella misma. Tiene un gran guardarropa femenino, pero casi solo de ropa sexy, interior, bragas, sostenes, colaless, bodys, etc. Y tacones y botas. Tiene cientos de fotos! Por ahí me contó de un tipo que fue a verla y después de conversar varias horas, miro el reloj y le dijo que tenia que irse, lo sentí como un mensaje, también me contó que buscaba un hombre para compartir mas tiempo, los fines de semana o algo así, y que ella andaría siempre vestida así, semidesnuda y sexy para ese hombre. Yo, a todo esto no estaba excitado, y ya había decidido que no haría nada, a lo más si ella me ofrecía una mamada. Bien, después de conversar largo, trajo su computador y comenzó a mostrarme sus fotos, primero semidesnuda en muchas poses con distintos atuendos, la mayoría mostrando sus nalgas que sabe que son lo mejor que posee. Y después me mostró su álbum “cochino”, uff!! fotos semidesnuda, desnuda, con otras travas en poses eróticas, algunas con un hombre joven en un trío con otra trava, en algunas mamando la verga del tipo, etc. etc., y muchas de ella con su verga parada, o algunas con su pene flácido, tiene una verga gruesa, gorda, mas bien larga, con prepucio largo. Viendo estas fotos tuve algunas erecciones. Sobretodo porque ella estaba a mi lado comentando cada foto. De pronto miré la hora y ya era tardísimo!, así le dije que debía irme pues la cita no había sido planificada, pero que debíamos repetirla, ahora yo conocidos y con más confianza. Eso fue todo. Creo que si volvemos a encontrarnos de seguro pasara algo. Yo creo que ella intentó seducirme con sus fotos, esperaba que me calentara viéndolas, lo que sí sucedió, pero me falto tiempo y más confianza. Pasó un tiempo sin que Alondra volviera a escribirme ni contactarme, seguro desilusionada porque ese día no intente seducirla ni nada, pero yo sabía que era recuperable, solo me faltaba decisión y calentura! Y para ser franco, no me llamaba la atención volver a verla. No me excitaba la idea, es que no me veía en una trama sexual con ella, más bien veía complicaciones, pues ella busca una relación más sentimental y yo busco sexo puro.

El Vizconde acobardado

jueves, 12 de septiembre de 2013

Cartas desde el purgatorio (7)


JUEGO DE MACHOS

Una fantasía posible II

Estuvimos otro rato masturbándonos, los dos piluchos en la cama, recostados uno al lado del otro, pero ahora pajeándonos cada uno por su cuenta y mirando la película donde los hombres habían cambiado de posición y seguían con la penetración anal, por ahí dije “que rico es estar así”, y él me contestó, “sí, es muy rico hacerse la paja tranquilo y bien acompañado”. Ambos reímos mirándonos como buenos amigos. En eso recordé una fantasía que tenia desde hace años, me paré y fui a la sala tomé un pequeño maletín de ejecutivo que había llevado. Volví al dormitorio y se lo mostré, él sonrió curioso pero intuyendo lo que yo iba a hacer me dijo, “vaya, venías con sorpresa”, asentí con la cabeza y abriendo el maletín sobre la cama fui sacando de el la ropa interior femenina que contenía, un colaless rojo y un sostén chiquito del mismo color, una medias caladas negras con bordes elasticados y unos zapatos de dama de tacos aguja muy altos, de color rojo. Él me observaba entusiasmado mientras se sobaba su verga muy erecta. Me puse coquetamente las prendas, rellenando el sostén con un par de globos que llevaba para eso y que inflé de espalda a él, mi pico quedo formando un bulto dentro del calzoncito, me calcé los tacos y comencé a bailar ante él, este se agarró el pico y mientras se pajeaba con frenesí me decía; “rica, mijita, tienes ricas tetas, mira como me pajeo por ti, rica putita…, mira el pichulón que te espera…”, yo me se excitaba más y más viendo su imponente pichula que me incitaba a vencer mi temor pene-trativo. Mientras seguía con mi baile erótico me fui acercando a la cama, luego me subí a ella y me puse de pie sobre él con ambas pierna abiertas sobre su pico, y luego comencé a agacharme en cuclillas sobre el pichulón, lentamente fui bajando mi cuerpo hasta que la cabeza de su verga rozó mi florcita del sur solo cubierta por el delgado hilo del colaless, sentí la dureza del pico entre mis nalgas desnudas, y me vino un estremecimiento de placer, “ay, que rico pico”, grite instintivamente, “gózalo” le grito empujando su miembro entre mi nalgas que se lo apresaban, entonces, ya lanzado por la calentura me hinqué a su lado y tomando su verga hinchada la acerqué a mis labios y le pasé la lengua suavemente sin atreverme a chuparla aunque tenia muchas ganas de sentir ese pichulón tan grande en mi boca, él llevó su mano al bulto de mi pichulita erecta bajo el breve calzón y la sacó sobajeándola tiernamente. Me dijo que me recostara invertido y tomando mi pico comenzó a chuparlo, instándome con los movimientos de su pelvis a que yo hiciera lo mismo, por lo que metí su gran verga en mi boca succionándola con fuerza. Por sobre los quejidos y grititos que provenían de la película que ya no veíamos se escuchaban nuestros quejidos apagados por las bocas llenas de pico y eso nos excitaba aun más. Después de un rato, nos separamos y nos recostamos otra vez uno al lado del otro, y tomando cada uno nuestras respectivas pichulas comenzamos a jugar a los mosqueteros, con los picos como espadas, rozándolos, frotando una verga con la otra, dando grititos de placer, y ya en el limite del clímax, cada uno agarro la pichula del otro y comenzó a hacerle un paja frenética, ambos gritábamos y nos retorcíamos moviendo las pelvis para sentir como si estuvieran culíando la mano del otro, desesperados por alcanzar el goce máximo, en eso a ambos nos vino la eyaculación al mismo tiempo, “yaaa, riiicooo! yaaa, maaas maaas, uuufff”, grito él, “ay, ay, aaay, maaas, aaahhhggg”, grité yo en coro, y ambos sentimos en la mano el ardiente semen del otro que nos chorreaba entre los dedos, seguimos pajeándose un poco más hasta extraer hasta las ultimas gotas de semen y dejar las pichula lacias y blandas, pequeñitas, y nos tiramos hacia atrás, cansados, extenuados, pero totalmente complacidos.

El Vizconde consumado.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Cartas desde el purgatorio (6)


JUEGO DE MACHOS

Una fantasía posible I

Toqué el timbre de su departamento sin saber muy bien quien iba a abrir, habíamos acordado una cita para conversar y conocernos después de habernos conocido en una web gay de contactos. Habían convenido que a lo más si todo iba bien podrían intentar unos juegos eróticos con masturbación y sexo oral mutuos. Volví a tocar y escuché pasos al otro lado de la puerta, me dio cuenta que me estaban mirando por el ojo mágico, no hizo ningún gesto solo me quedé mirando fijo al ojo de cristal. Oí el ruido de la llave en la chapa y la puerta se abrió. Era un hombre bajo, gordito, de rostro risueño y rasgos amables, de piel blanca y lampiño, vestía solo una pequeña toalla en la cintura, en su pecho pálido sobresalían una tetitas pequeñas pero notorias con unos pezoncitos rosados. Nos saludamos dándonos la mano sonriendo amigablemente y me hizo pasar, y me dijo que justo estaba preparándose un trago antes de ducharse y me ofreció uno que acepté de inmediato. Lo necesitaba para calmar mi nerviosismo. Nos sentamos en el living con sendos tragos y conversamos un buen rato de diversas cosas pero sin tocar el tema sexual. De pronto me di cuenta que al sentarse la toalla había dejado a la vista su miembro, estaba lacio, era algo grueso y de tamaño mas bien grande, la visión de esa verga fláccida ahí tan cerca hizo que mi propia pichula comenzara a erectarse. En eso él me dijo que esperara unos minutos mientras se duchaba y que si quería podía esperarlo en el dormitorio viendo una porno, así no te aburres me dijo, guiñándome un ojo. Sonreí aceptando la invitación. Al pararse a Gonzalo se le cayo la toalla dejando su verga al aire, inconcientemente la miré, y a pesar que estaba en descanso y colgando se notaba que era un pichulón especial, rollizo, de dimensiones más que llamativas, con el prepucio cubriendo todo el glande que se notaba claramente acallampado, de piel tersa y pálida donde se veían las venas azules, se veía muy tierno e inofensivo, con bolas grandes y llenas, y muy bien depilado. Él se dio cuenta que le estaba mirando la pichula y me dijo riendo, “si hombre, la tengo grande, por esos algunas mujeres se me arrancan cuando la ven”, yo asentí sonriendo nervioso y un poco avergonzado. Entró al baño y yo se puse a ver una película porno en el dormitorio. Era de una orgía entre una mujer y dos hombres, en realidad era muy común y corriente, con las típicas chupadas de pico, penetraciones por delante y por atrás de la mujer y todo eso, pero después de lo clásico la mujer les pidió que uno de ellos que culiara al otro, y jugaran a las cambiadita, los hombres se instalaron y uno de ellos comenzó a penetrar al otro suavemente, la mujer tomó un consolador y comenzó a penetrarse con el sentada en un sillón mientras los miraba excitada y los azuzaba con palabras soeces. Yo estaba entusiasmado viendo la escena de la penetración, mi pico se había puesto duro bajo el pantalón, cuando apareció él desnudo secándose con una toalla y con su verga semi erecta, “se me paró al jabonarme” me dijo riendo, yo se reí también y sin pensarlo dije, “oye debe ser macanudo tener una verga así de grande, mira, es casi como esa que le están metiendo a ese tipo”. Miró la pantalla y sonriendo hizo un gesto de asentimiento, luego me rió y me dijo con cara de pícaro “Veo que te atraen los pichulones, si quieres sentir la sensación de uno puedes tocar este, y me acercó su verga riendo”,  yo que ya estaba excitado le respondí también sonriendo “bueno, solo para ver como es”, y acerqué la mano a esa verga erecta, con temor porque me daba nervios ver ese tremendo animal, nervudo, grueso, largo, que latía con leves movimientos en los que levantaba la cabeza roja y brillante que ya se había salido completamente de la capucha, lo tomé completo como si fuera un mango de una herramienta, sentí como palpitó con el contacto de mi mano y lo apreté un poco, él lanzó un quejido de excitación, mi pichulita se endureció bajo mi pantalón, él se dio cuenta y llevó su mano hacia mí, bajó rápidamente el cierre y hurgo en el interior del marrueco hasta que sacó mi verga erecta, de un tamaño normal con su cabeza rosada toda afuera del forrito, lancé un suspiro al sentir su mano en su pichula y comencé a subir y bajar su mano en su pico, este a su vez respondió haciendo lo mismo en la mía. Estuvimos así un largo rato pajeándonos sin mirarnos, en silencio, ambos con los ojos entrecerrados disfrutando la paja que le hacia el otro, solo se escuchaban nuestros quejidos de placer y el ruido del frotamiento de las manos en las vergas endurecidas. Los dos estábamos muy calientes y los pudores ya habían quedado atrás, en eso él me dijo, “porque no te desnudas para pajearnos bien, nada de penetraciones eso sí…”, le dije asintiendo, “sí, me parece bien, solo unas buenas pajas”, y rápidamente me desnudé.
Continúa.


martes, 10 de septiembre de 2013

Carta desde el paraíso 18



Casandra, para mí serás siempre mi musa, mi doncella amada y deseada, y también siempre seré y me sentiré tu Amo y Señor, porque así me coronaste ese ocho de enero de MMIX, hace casi tres años, y como te prometí ese día, aun estás dentro de mi reino, en la torre mayor del castillo, con tu corte de damas y un guardia eunuco en la puerta, pues aun vives y reinas en mí, besándome los pies y escribiendo con tus labios sobre mi piel, han pasado los años y nuestra historia se ha ido escribiendo y develando día a día, e sido Raúl, he sido el Vizconde, he sido un Arcángel y he sido también el que soy, y tu eres la que eres y también Casandra, y sigo siendo y sintiéndome tu Amo y Señor, los días, los meses, los años, no han borrado esa marca de fuego en tu piel y mi piel, esa unión primitiva y animal en el mas puro sentido, yo vi, dos días después esa primera imagen de tus piernas desnudas con la “S” de sagradas reflejadas en el espejo, yo fui el primer hombre macho tuyo que vio tus pechos seis días después, yo fui el macho que despertó tu piel y tu cuerpo, el que poseyó tu virginidad virtual, el hombre del ídolo de barro, el del rostro equivocado o quizás sin rostro, el que te sedujo, no con la cara y el falo y el cuerpo de otro, si no con la palabra quemante, con el verbo encendido, con los deseos en carne viva, con las fantasías expuestas abiertamente, sin otro afán que seducirte como tu Amo y Señor, pero también siendo tu vasallo, reconociendo la fuerza de tu reinado sobre mí, sabiéndome tuyo de todas las formas posibles, y también de las imposibles, tuyo hasta ahora y siempre, tuyo en palabra, obra y pensamiento, tuyo cada vez que veo y veo tus senos, tus pezones, tus piernas, tus pompis, tu sexo, mientras escondido me masturbo mirándote e imaginándote y soñándote por las mañana mientras todos duermen, tuyo cada vez que hacemos en amor en el bosque y tu voz me excita hasta la dura erección y me masturbo oyendo tus quejidos escondido entre los arbustos, porque así hemos ido consumando nuestro amor Amar deseo, sé que has borrado mi careta, que has negado haber sido desvirgada y poseída por ese falo de engaño, sé que mi nombre te repugna cuando recuerdas su falsedad y su asedio, pero también sé que vivo allá en el fondo de tus entrañas de hembra, en el laberinto oscuro y secreto de tus instintos, y lo sé porque tú también vives y reinas como siempre y para siempre aquí en el fondo de mis vísceras de macho, en el laberinto sombrío y pervertido de mis instintos, y ambos sabemos que eso no podemos evitarlo porque quedo sellado definitivamente ese ocho de enero del años dos mil nueve.
Tu Amo y Señor, y tu vasallo,
Raúl

1º de noviembre de 2012

sábado, 7 de septiembre de 2013

Cartas desde mi infierno (62)


LOS ORIGENES

Mis padres eran y son muy puritanos, nunca se hablaba de sexo, ni se hacían cariño delante de los hijos, desde afuera eran como asexuados. Además estuve cinco años estudiando en un colegio de curas, de los buenos, y ellos enseñaban que todo lo físico era pecado, todo, cuando uno se confesaba preguntaban "te has tocado?. A los cinco años en ese colegio me cambiaron, por problemas económicos a una escuela publica, yo tenia once años y había compañeros de 15 o 16 años que ya sabían todo sobre el sexo, y yo no sabía nada de nada. Además era una escuela mixta. La primera impresión terrible fue cuando a los pocos días de inicio de clases los compañeros me llevaron con otros estudiantes nuevos al baño de hombres e hicieron una competencia de "pajas".  El niñito de los curas ante ese espectáculo, cinco o seis de ellos de 13 a 16 años masturbándose delante de los otros para ver quien eyaculaba primero, o quien lanzaba el semen mas lejos. Quede helado, no tenia idea de masturbarse ni de sexo. Lógicamente primero me espanté, para mi todo eso era pecado, no quería ir al baño, me aguantaba hasta llegar a la casa. Por supuesto que no podía contarle a nadie de eso, no tenía con quien conversar estas cosas, no tenia amigos. Después de unos meses, comencé a interesarme en lo sexual, quería saber que cosas yo no sabía, hasta que una prima, la única que tengo, dos o tres años mayor que yo, me explicó como se hacían los bebés, me lo explico en jerigonza, eso de; mimirara elel homhom brebre lele meme tete lala... etc., pero no me dejó hacer nada más, solo me explicó. De ahí comencé a explorar mi cuerpo, a sentir las primeras erecciones, me venían cuando miraba mujeres en bikini en los diarios o revistas, y en la escuela los otros compañeros terminaron de enseñarme como era lo del sexo. Hasta que una noche comencé a tocarme y sentir la erección y el gustito, y bueno, eyacule, ufa, que susto, pero igual me gustó, tendría unos 12 años. De ahí me envicié, me masturbaba todos los días, a veces hasta dos o tres veces, pero me sentía muy culpable. Yo no tenía mujer, era muy tímido y apocado, y después, como a los 15 me puse voyerista miraba una revista que existía en esos años de mujeres en bikinis o con los pezones cubiertos con una par de estrellitas, o las fotos de las revistas de cine con las mujeres semidesnudas. También miraba a la vecina por un hoyito en la pared, ya no me excitaba solo imaginando, necesitaba motivación, seguí así hasta los 21 años. A esa edad comenzamos a tener relaciones con mi señora, de pie, escondidos por ahí muy incómodos, ella fue mi primera mujer.
El Vizconde regresivo.


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Cartas desde mi infierno (61)


FANTASIAS DE UNA NINFOMANA

(Fragmentos de cartas de Linda a Gilbert)
Gilbert, Me gustaron tus fotos, te ves un hombre serio, varonil pero simpático y no te preocupes, tampoco tengo vergüenzas, y tengo muchas fotos sin ropita, que verga más rica tienes cariño, me dejas muy hot!, y sí, así me gustan las fotos de exhibicionista a voyerista y viceversa, y si tienes mas fuertes mejor. Dime, tienes puesto un anillo para que se vea tan dura y grande?, me encanto tu herramienta!, ay! y esas bolas tan grandes, debes ser un macho muy potente si? Que rico que mi relato te excite y te lo ponga parado y duro, seguiré enviando, cuéntame un poco de ti, eres casado?, te gusta masturbarte? Cariño, creo que este intercambio será muy delicioso!. Ay! Gilbert, tus fotos me tienes muy caliente, me gusta tu cara seria y tu verga dura, y disculpa que haya pensado que usabas anillo para mostrar tu pene más duro, es que se que en los hombres después de los 50 las erecciones ya no son tan rígidas, pero las tuyas son deliciosas. Y entiendo que estuvieras nervioso en enviarme esa primera foto de tu rica verga paradita, mas ahora que me cuentas que tu mujer es poco dada a vivir el sexo en plenitud, pero creo que seremos una pareja virtual especial, me estoy dando cuenta de que tenemos gustos comunes, de exhibicionistas y voyeristas, y masturbadores, pues también a mi me gusta masturbarme sola de vez en cuando y te confieso que ahora lo acabo de hacer excitada por tus fotos, y creeme porque no te miento! Uy!, no solo te chuparía tus bolas grande y potentes, te las lamería y acariciaría con mis manitos para tomarles su peso, y a tu verga sabes que le haría?, pues la masturbaría solo con dos deditos, sí , le correría el prepucio despacito arriba abajo, arriba abajo, así hasta que soltaras tu chorro de leche, ay! toda esa leche que me muestras en la ultima foto! Que rico lo que me harías, y te mamaria esa verga tan rica que tienes, de veras me gusta, se ve tan dura y penetrante, dime la usas mucho?,y como la usas mas?, masturbándola, con mujeres o también hombres? Gilbert, ay! me encantó el video, solo que muy corto, el video!, no tu pene, porque tu verga se veía muy rica, jabonadita y esa glande rojo y brillante, uy!, solo falto el chorrito de semen!, lo he visto varias veces y no me canso de gozarlo, me dejaste muy húmeda y tuve que masturbarme con mi dedito, logré un orgasmo delicioso mirando tu mano en tu verga! Te entiendo muy bien en esto de Internet, acá se pueden conocer personas como nosotros que gusten del sexo, del exhibicionismo y el voyerismo y la masturbación, aunque no es fácil encontrar gente respetuosa, la mayoría que he conocido son hombres muy vulgares, aparte de ti solo tengo dos amigos bien machos, uno que es travestí pero muy "femenino", y otro gay que me envía solo fotos de machos haciendo sexo gay, pero yo disfruto de todo, aunque sea mirando. Y también me gusta comentar las fotos que me envían, e intercambiar experiencias eróticas y secretos sexuales, y recibir comentarios calientes como los tuyos, así no solo es mirar fotos sino también compartir la excitación, no crees? También he estado con dos hombre y a veces tres en las fiestas swinger, me excita sentir sus vergas rozando mi cuerpo, sus manos en mi vagina, en mis pechos, sus piernas velludas rozando las mías, y mi marido mirando excitado como los gozo. Y sí, te comería toda tu leche, aunque me gusta más que me la eches en mis pechos para usarla como crema para la piel.

El Vizconde disfrazado 

lunes, 2 de septiembre de 2013

Cartas desde mi infierno (60)



Vi un miembro viril orgullosamente erecto en medio de una champa de ensortijados vellos negros, vi las venas sobresalientes en su tallo, vi su glande rosadito y terso, como para lamerlo con delicadeza, y me la imaginé en mi boquita coqueta, me imaginé sopesando esos grandes testículos colgantes en mi mano, y me imaginé tú y yo lamiendo juntitos esa pichula, nuestras lenguas juguetonas encontrándose son ese tronco carnal erguido y duro, deslizándose gozosas sobre ese glande, hasta que saboreé nuestras salivas mezcladas con el semen que hemos escanciado con nuestras mamadas alternadas. Mi mayor fantasía es tener en mi mano una verga, erectarla con mis manos y mi boca y lengua, sentir su virilidad latiendo, su potencia sexual, su fuerza pene-trativa. Sentir la sensual blandura de su tallo en mi boca y después la lenta aparición del glande, rosado, brillante, terso, sentirla en mi boca creciendo y endureciéndose, ahogándome de dura carnalidad. Ayer me masturbe mirando porno en Internet, mirando hombres vestidos con ropa de mujer y una shemale rubia maciza pajeándose. Me excita mucho ver pichulas grandes, paradas, eyaculando, y si ellos están con medias o cuadros de mujer me excita más aun. Por cierto que después de estas sesiones fálicas me vienen remordimientos y vergüenzas, pero esa culpabilidad de transforma en morbo, en el goce de un placer prohibido. He tenido muy pocas vergas en mis manos, miedo, pudor, vergüenza, no lo sé, pero esas limitaciones son parte integral de mi vida. Muchas veces he revivido la sensación de la pequeña verga de Juanito punzando mi hoyito anal, y también muchas veces me he arrepentido de no haberme dejado penetrar. Pero como evitar las pulsiones y ambivalencias de un hombre ante el pene, como evitar soñar ponerse en cuatro ofreciendo el ano a una potencial pene-tración, como entregarse a una iniciación que permanecerá para siempre en el inconsciente, y será fuente de infinitas masturbaciones al revivir esa sensación extrema para un macho, y dará origen a innumerables fantasías, cada una con su goce. La penetración en cuatro, a lo perrito, esa postura humillante, pero que también es la de la entrega máxima de un macho a otro, ya que ofrece su culo, sus nalgas, su ano, abiertamente, sin remilgos, y espera pasivo la viril pene-tración, y además no deja ver su miembro, mostrándose solo como una hembra receptiva. No creo tener instintos homo, es solo la sensación de algo escondido, de lo que no puede ser. No siento deseos de que esos  picos me penetren, solo siento que me gustaría verlos, tocarlos, por último sentirlos rozando mi cuerpo estremecido.

El Vizconde divagador

sábado, 31 de agosto de 2013

Cartas desde mi infierno (59)


LA MANO

Fue ayer en la mañana, como siempre temprano, en ese rato en que todos duermen y yo estoy solo por un par de horas dando salida a mi vicio masturbatorio y a mis fantasías fálicas. Como ya esta siendo usual comencé a buscar videos porno de machos de buenas vergas pajeándose o exhibiéndolas, o de parejas de gay maduros culíando o masturbándose entre ellos, o también de travestís maduras en las mismas situaciones. Y sobretodo que sean amateurs de cuerpos muy normales en actitudes sin poses artificiales, todos lo más real posible. Anduve vagando por los sitios porno que frecuento sin encontrar lo que buscaba. Después de un rato de ver vergas de todo tipo, tamaño, grosor, color, erectas o fláccidas, masturbadas por mano propia o por otra, o masajeadas voluptuosamente sin llegar a eyacular, ya esta por abandonar mi propósito cuando vi algo especial. Se trataba de la imagen de una mano femenina aferrando una pichula como si fuera el mango de un sartén y una mano varonil tocando la vulva de ella. Se alcanzaba a ver un poco de los dos cuerpos desnudos al nivel del abdomen vistos como de lado. Entro a ver el video, y la mano femenina comienza a pajear en esa misma posición de mango de martillo la verga que tiene el glande muy enrojecido con el meato bien marcado en un rojo aun más intenso, está en eso un rato y luego la otra mano de ella va hacía las bolas y las acaricia por debajo, después de un corto momento la saca y sigue pajeando el pico de la misma manera, una de las manos de él va hacia la chuchita y comienza a dedearla suavemente, luego la retira y la mano femenina sigue con su suave pajeo que va aumentando en rapidez muy de a poco, cambia de mano pero sigue tomando y masturbando la verga de frente como un mango, de forma que la cabeza muy roja del pico queda rozando el vientre de ella, hasta que de pronto surgen de la pichula unos tres o cuatro breves chijetes de denso y blanco semen, ella lleva rápidamente su otra mano por abajo para recoger algo de esas gotas de semen, y luego la retira mientras atrae el falo hacia su vientre dejando que el resto de la lechada se esparza entre su ombligo y su vulva, masturbándolo, masajeándolo, ordeñándolo, estrujándolo muy suavemente, el semen lechoso de deposita y escurre en una línea vertical desde el ombligo hasta la chucha, él se mueve cortito varias veces como culiando como para extraer hasta la ultima gotita seminal mientras la mano de ella sigue agarrando el pico, la imagen se oscurece hasta el negro. A todo esto yo me pajeaba deliciosamente mirando la escena, y en un instante de éxtasis máximo mi mano fue tu mano, y tu mano la de ella, y mi verga la de él, y tu mano en mi pichula y mi mano en tu vulva, y el semen derramándose por tu vientre desde tu ombligo hasta tu vulva, y entonces mi semen se derramó por los dedos de mi mano que pajeaban mi pichula en la quieta soledad de la mañana de ayer.
El Vizconde mirón