FANTASIA
SINFONICA DE CULMINACIÓN
“La adicción al
sexo no implica placer, lo que se intenta conseguir es calmar una ansiedad.” Rafael
Cuesta Barbas, sexólogo.
Casandra, ahora después de estas cartas ya sabes, o
has confirmado, que soy un vicioso mirón, un sucio sexópata y un desenfadado
pervertido fálico así que nada que venga de mí te sorprenderá. Por eso me atrevo
a proponerte cumplir una fantasía que te involucra y pervierte definitivamente.
Se trata de lo siguiente. Yo pago a un gay, maduro, gordito, lampiño, pasivo y
tímido para que comparta con nosotros unas horas de álgida intimidad desbocada.
Nos encontramos los tres en un sitio al que nunca volveremos, es de día, y las
cortinas amarillas cerradas le dan a la habitación un ámbito de gratas
penumbras, las seis suites para violonchelo de Bach ejecutadas por Yo-Yo Ma
completan el íntimo paisaje interior. Abrimos una botella de champaña y
brindamos. Mientras bebemos y conversamos nos vamos desnudando tranquilamente y
en plena confianza, como si esta no fuera la primera vez que nos reunimos. Tú
miras ansiosa las dos verga, él me mira la mía insinuante, yo los miro a ambos,
la pichula de él saboreándome, tus tetas con sus erguidos pezones y tu vulva
algo oculta enttre tus piernas juntas. Primero le escurres champaña por su
verga y se la chupas un rato hasta erectarla, yo miro sentado en un sillón en
medio de las sombras. Luego repites el rito con mi pichulita, la erectas
paladeándola con fruición. Luego los tres nos acostamos y nos acariciaríamos un
buen rato, los tres trabados sin importar quien a quien, acariciando chucha,
picos, tetas, tetillas, anos, nalgas, todo piel a piel, con sensualidad total,
luego tú te pones en al borde de la cama con las piernas abierta y él y yo
bebemos la champaña que se escurre por tu chuchita, alternándonos uno en el
piso con la boca abierta bajo tu vulva mientras el otro deja correr la champaña
en el rosado canal de tu sexo. Luego acostamos a gay en la cama y le lamemos y
mamamos su pichulita, nuestras bocas besándose y lamiendo el pico tierno y
tímido al mismo tiempo, entonces yo me acostaría y tu y él me lamen y chupan mi
pico, tu me mamas y él me lame las bolas y el ano, luego tú te acuestas con las
pierna abierta abriendo tu chucha y te lamemos tu chuchita y tu ano, ambos a la
vez, y viene entonces una orgía loca y desenfrenada y yo voy mirando las
escenas que repite el gran espejo de la pared y espío como te abusan violentan
violan pene-tran dos machos vergudos, y tú atrapada entre ellos dando chillidos
de placer y dolor a la vez por las sucesivas pene-traciones anales y vaginales
y bucales, por momentos me veo a mi mismo masturbándome frenéticamente ante la
lubrica visión de la excitante sodomía involuntaria a la que él te somete, y tú
sabiendo que te espío vuelves tu carita hacía ese espejo para mostrarme tus
femeninos gestos de dolor y de goce que se van alternando, cuando te mete la
verga o cuando te la saca de tu adolorida florcita anal, o cuando los machos
reflejados te la meten bruscamente en tu boquita pintada tomándote de tu cabeza
para aumentar la pene-tración bucal hasta darte arcadas, y tu las chupas como
poseída y te eyaculan en tu rostro ruborizado, y yo me sigo masturbando
desesperado pero conteniendo la eyaculación porque después que los machos se
vayan saciados de ti, yo te mamo tu clítoris, chupándolo delicadamente como si
fuera una pequeña pichulita mientras me sigo masturbando, y cuando siento en mi
boca de macho pervertido que empujas tu pelvis para llegar al orgasmo yo llego
a la divina eyaculación. Y entonces aflora mi fantasía fálica y yo me dejo
punzar por el gay, solo punzar con su pichula en mi culo virgen mientras tu me
acaricias entero, me mamas, me masturbas, me lames, entonces yo me recuesto en
la cama boca arriba y tú me montas, te metes mi pico en tu chucha y él te monta
a ti por atrás y te penetramos ambos a la vez y así hasta que los tres acabamos
juntos gritándonos cosas cochinas, tu atrapada entre los dos picos moviéndote
como una puta bien pagada, y nosotros sifoneándote por la chucha y el ano
desesperados. Saciados no dejamos caer en el lecho asesando. Descansamos en
silencio. Después de un rato tú te recuestas a un lado dejándonos espacio y yo
aferro su verga fláccida y blandita y se la sobo, también acaricio sus bolas
sintiendo su tibieza y sintiendo como pichula blandita va despertando, se va
poniendo más y más dura, y cuando este totalmente parada y potente, te tomo con
mi mano por debajo de sus bolas para que quede todo el manojo, testículos y
pene juntos como una flor con su pistilo, y bajo mi boca hasta ese pico rico y
curvado y lo mamo, lo chupo, lo succiono, lo lamo, lo masajeo con mi lengua, lo
muerdo suavecito con mis dientes, lo aprieto con mis labios, me lo trago entero
y lo aprieto entre mi paladar y mi lengua, mientras sigo sobajeando sus bolas
con mis manos y le chupo el pico con todas mis ganas, succionándolo de abajo
hacia arriba y viceversa, sintiendo su glande duro en mi paladar y su piel
suave en mis labios, y así sigo hasta sentir que se queja de gustito, y siento
los latidos de su pichula avisando que viene la eyaculación, y lo sigo chupando
más y más fuerte hasta que larga el chijete de lechecita caliente y me la trago
toda y lo chupo más para que me de más y más leche, y así hasta la ultima
gotita. Mientras descanso mirando la lámpara colgante voy diciéndote en
silencio: Madre, ay! madre amada y
virginal, ay! madre deseada y meretriz, ay! madre consentidora y soñada, esa
imagen ha pene-trado mis sueños y fantasías mas ocultas, ha disuelto mis
instintos en una sopa de semen, saliva, orines y sudores, ha fragmentados todos
mis pecados antes de ti, a roto el arcón de mis misterios sexuales, verte así,
mamando una verga, violentada en tu esencia de mujer y ab-usada en tu esencia
de hembra, me ha cumplido mis fantasías mas imposibles, ahora te he visto puta
y mía, violada por un macho y culiada por mi, en esa imagen al fin, como en una
edípica comunión ancestral somos Uno, tu y yo unidos por el sexo pecador que
antes era imposible y ahora es una realidad que ambos podemos tocar. Gracias
madre, tu hijo te ama desde lo mas profundo de su alma de macho.
El Vizconde sinfónico.
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