Hace ya más de un año conocí vía mail y a través de
una amiga poetisa con la que tuve una larga relación erótico-literaria, aunque
nunca nos hemos conocido en persona, a una damita travestí, aunque a ella le
gusta definirse como “shemale”. Al poco me envió fotos de ella; madura, de muy
hermoso cuerpo, muy sexual y sensual, aunque de rostro más bien feo, pero con
esa fealdad especial que poseen algunas mujeres que las hace más excitantes, en
mi opinión. Como que tiene “cara de calientes”. Se hace llamar Alondra. Bien,
por ahí le escribí un poema que publique en mi blog de Travas, lo que le agradó
mucho. Pasó el tiempo y finalmente me invitó a su casa donde vive sola ya que es
separada. Un día me decidí y fui a visitarla. Habíamos quedado de que yo
llegaría a las 18:30, pero ella se atrasó, así que debí esperarla media hora en
un parque cercano porque quería travestirse y esperarme completamente vestida
de dama. Alas 19:00 me llamo al celular y me dijo que fuera a su casa, que
estaba la puerta entornada y que entra y la esperar en la sala mientras
terminaba de arreglarse. Entre y me senté a esperarla en la sala, media hora
más! Hasta que apareció, uau!!, vestida con bragas chiquititas, botas hasta la
rodilla de tacón fino y alto, medias caladas (de red), y un ‘blusa’ de red con
trama bastante abierta que le llegaba hasta medio muslo. Sus pezones
rosados y pequeños salían por entre la
red, sus pechos eran pequeños, nubiles como de adolescente. La piel muy suave y
pálida, sensual. Muy maquillada, peluca de pelo miel oscuro con visos mas
claros, muy largo, hasta la cintura, aros y pulseras vistosas. Tenía la piel de
una mujer de 30 años y una cara de bastante más años. Yo estaba un poco
nervioso, no mucho, sobretodo porque no sabía hasta donde iba a llegar la cita.
Aunque mi idea era máximo llegar a una masturbación, mutua o no, o algo así. Conversamos
mucho, me contó de su vida, de sus inicios, algunas experiencias picantes, con
otras damas travas, y algunos varones también. Me dijo que solo había tenido
dos hombres estables en su vida, comenzó a salir del closet cuando se separó,
unos 5 o 6 años o poco más. Igual ahora lleva una vida doble, es un varón
formal en sociedad y entre sus amistades de trabajo o sociales. Solo se viste
en casa, y rara vez sale de noche así con otras travas. Le encanta sacarse
fotos!!, ese es su vicio, ya sea que le tomen otras amigas o amigos, o
generalmente se las toma ella misma. Tiene un gran guardarropa femenino, pero
casi solo de ropa sexy, interior, bragas, sostenes, colaless, bodys, etc. Y
tacones y botas. Tiene cientos de fotos! Por ahí me contó de un tipo que fue a
verla y después de conversar varias horas, miro el reloj y le dijo que tenia
que irse, lo sentí como un mensaje, también me contó que buscaba un hombre para
compartir mas tiempo, los fines de semana o algo así, y que ella andaría
siempre vestida así, semidesnuda y sexy para ese hombre. Yo, a todo esto no
estaba excitado, y ya había decidido que no haría nada, a lo más si ella me
ofrecía una mamada. Bien, después de conversar largo, trajo su computador y
comenzó a mostrarme sus fotos, primero semidesnuda en muchas poses con
distintos atuendos, la mayoría mostrando sus nalgas que sabe que son lo mejor
que posee. Y después me mostró su álbum “cochino”, uff!! fotos semidesnuda,
desnuda, con otras travas en poses eróticas, algunas con un hombre joven en un
trío con otra trava, en algunas mamando la verga del tipo, etc. etc., y muchas
de ella con su verga parada, o algunas con su pene flácido, tiene una verga
gruesa, gorda, mas bien larga, con prepucio largo. Viendo estas fotos tuve
algunas erecciones. Sobretodo porque ella estaba a mi lado comentando cada foto.
De pronto miré la hora y ya era tardísimo!, así le dije que debía irme pues la
cita no había sido planificada, pero que debíamos repetirla, ahora yo conocidos
y con más confianza. Eso fue todo. Creo que si volvemos a encontrarnos de
seguro pasara algo. Yo creo que ella intentó seducirme con sus fotos, esperaba
que me calentara viéndolas, lo que sí sucedió, pero me falto tiempo y más
confianza. Pasó un tiempo sin que Alondra volviera a escribirme ni contactarme,
seguro desilusionada porque ese día no intente seducirla ni nada, pero yo sabía
que era recuperable, solo me faltaba decisión y calentura! Y para ser franco,
no me llamaba la atención volver a verla. No me excitaba la idea, es que no me
veía en una trama sexual con ella, más bien veía complicaciones, pues ella
busca una relación más sentimental y yo busco sexo puro.
El Vizconde acobardado
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