Nudismo fálico 5-2
Los pocos minutos que la espere se me hicieron
eternos, no sabia como iba a reaccionar ella al verme desnudo, no sabia que es
lo que ella estaba pensando sobre un masaje; pensaría que solo era de
relajación y que yo me cubriría el sexo con una toalla, o sabría que también
tendría que tener algo de estimulación y erotismo, o mas incluso, con sexo
oral, o masturbación manual, o incluso penetración? tendría ella experiencia en
estas cosas sexuales, etc., etc., ella se desnudaría o se quedaría en ropa
interior, o no se sacaría nada, podría tocarla aunque fuera por encima de la
ropa? Todas estas dudas pasaban por mi mente mientras la esperaba, incluso se
me había pasado la erección de puro nerviosismo. Decidí esperar para ver hasta
donde llegaba ella, sin forzar ni apurar nada. Le abrí la puerta con la toalla
en la cintura, estaba muy nerviosa, incomoda, casi asustada. Hicimos algunos
comentarios simpáticos y nos fuimos al dormitorio, ella insistía que no sabia
dar masajes, yo le decía que no se preocupara, que era como hacer cariño. Le
ofrecí jugo y un cigarro, ella acepto, tomo un poco de jugo y fumo un
cigarrillo con ansiedad. Yo estaba igual de nervioso pero aparentaba
tranquilidad, ya se me había pasado toda la excitación. Me tendí en la cama
boca abajo, sacándome la toalla, ella se sentó en el borde y comenzó a
masajearme suavemente la espalda, las piernas, incluso las nalgas, mientras
conversábamos como si todo fuera lo más normal del mundo. Estuvimos así un buen
rato, entonces me di vuelta y quede de espaldas. Allí estaba yo, tendido de
espaldas, desnudo, con mi pichulita muy encogida y lacia, y ella cohibida, con
toda la ropa puesta, solo se había sacado la chaleca. Esto me permitía verle el
sostén bajo la blusa y imaginar sus grandes senos. Comenzó a darme el masaje
por las piernas, después el pecho y el vientre, sin tocarme ni acercarse al
pene. Mientras me daba el masaje me di cuenta que evitaba mirarme la verga, y
eso me fue excitando otra vez, mi falo comenzó a erguirse lentamente, ella
seguía evitando mirarlo, mientras tanto seguíamos conversando diversos temas.
Yo me excitabas más al ver su timidez y pudor. En mi interior me sentía como un
degenerado sexual, como que de alguna manera la estaba violando, además el que
me viera el pico parado despertaba mi exhibicionismo y mas me excitaba. No recuerdo
como, si se lo pedí o ella lo sobre entendió, o quiso hacerlo al verme
excitado, pero de pronto me tenia agarrada la pichula con una mano y me comenzó
a masturbar suavemente mientras con la otra me sobaba los testículos, para mi
era muy rico y sentia como un placer escondido. Ella parecía no tener
experiencia en masturbar a un hombre, porque no lo hacia muy bien, aunque
sentir su mano ardiente en mi verga me daba un gustito muy rico Cuando ya
estaba a punto de eyacularme tomé yo mismo la pichula y comencé a correrme la
pajita delante de ella, le pregunte si alguna vez había visto a un hombre
hacerlo y me dijo que nunca, que esta era la primera vez aunque sí sabia de que
se trataba. Ella me acariciaba el cuerpo mientras tanto, y ahí comenzó a mirar
como yo me pajeaba, estaba como hipnotizada mirando lo que hacia mi mano en mi
pico parado, todo esto me calentaba mas y mas, hasta que eyacule muy rico entre
gemidos de placer y ella mirándome y masajeandome el cuerpo. Cuando termino de
salir el semen de mi falo ardiente y ya mas relajados, mientras nos fumamos un
cigarro le pregunté si se había excitado, me respondió que un poco pero que le
había gustado verme gozar. Conversamos un poco y se fue diciendo que tenia que
cerrar la conserjería. Yo me quedé muy relajado y ya pensando en la próxima
vez.
Continua.
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