lunes, 15 de abril de 2013

Cartas desde mi infierno (2)



“Constituye una victoria importante transformar una angustia sicopática en una pena sin trascendencia.”, Sigmund Freud.

¿Quien es este Valmont que te escribe, ese ‘enemigo’ de tu Rubén? De partida es un solitario, casi no tiene contactos en Internet y menos personales, como tu misma has dicho tiene un romanticismo a flor de piel, un intelecto amplio, es sensible y muy tímido, por eso quizás nunca se atrevió a decirte de sus sentimientos, es un hombre muy intelectual, muy maduro, muy varonil, pero como ausente, alejado de todo, en fin, él el un ser especial, raro, distinto, sobre todo eso; distinto a Raúl, a Fernán, a Rubén, es distinto a todos porque tiene lo que los otros tres no tienen, porque guarda un secreto que no tienen los otros. Y tal como dijiste, es tierno, le atraen un poco lo masculino pero es muy hombre, es bello, es pasional, es respetuoso, solo que hay en él una fase muy intima, muy escondida, que el mismo no quiere dar a descubrir porque no debe hacerlo ya que la confianza rebota y ante la gente no existe, ante Fernán tampoco, ante Raúl a medias porque tuvo temor de ser descubierto, pero ante tu amor se estremece, más ahora que él sabe que tú conoces el secreto que se que nadie más sabe. Debe ser que él sabe que solo tú podrías entender y aceptar su secreto, por eso es tímido ante ti y te ama a su modo. De joven adolescente fui muy ardiente, pero por mi timidez no podía consumar esos deseos y necesidades físicas y me dedique a la masturbación, era mi única salida sexual hasta los 21 años, después me casé virgen y durante unos pocos años mi sexualidad estuvo contenida en el ámbito matrimonial. Pero sentía que necesitaba más, mis vivencias sexuales eran muy pocas, por eso ya más adulto debí buscar las experiencias que necesitaba mi alma y mi cuerpo. Pero créeme que nunca como algo homosexual, siempre fueron mujeres, de todo tipo y edad y físico. No quiero que tengas una idea errada sobre su secreto, él no es gay, no le atraen para nada los hombres, es cierto que ha tenido solo 3 o 4 experiencias pero nunca ha penetrado a un hombre ni nuca lo han penetrado a él. Solo que él siente una extraña excitación al ver una verga, ya sea erecta o fláccida, pero no siente deseos de que lo penetren ni nada de eso, es una rara atracción por el falo como símbolo sexual, y es que en él habitan en secreto equilibrio lo masculino y lo femenino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario