Hoy en la mañana me sucedió algo especial, una experiencia
quizás sexualmente mística, como una fusión total de todos mis vicios o
fantasías. Me levanté como siempre muy temprano. Estaba excitado, en el viaje
no pude masturbarme y solo me tomé unas fotos desnudo para ti. Bien, lo que más
quería era encontrarte en el chat para pajearme mirándote, o hacerlo juntos,
pero tu no estabas, así que busque una página de videos porno para hacerme la
paja mirando alguno, no todos los videos porno me excitan, así que comencé a
buscar uno distinto. Vi las cámaras en vivo, y nada, entre a varias web de
videos, y vi parejas culiando y nada, vi picos pajeándose y nada, ya me había
hecho la idea de que no me pajearía cuando vi unas piernas deliciosas
enfundadas en unas medias negras, y se me paro la verga de inmediato, abrí el
video y era de la sección de travestís…! comencé a verlo y llegué al máximo de
la calentura. Todo estaba ahí: era una dama trava madura de piernas hermosas y
con el tipo de pico que me gusta, ah! Fue como venir desolado caminando por un
árido y solitario desierto y entrar de pronto en el paraíso. Ahí estaba una
putita caliente y gozadora, masturbándose frente a mí, y a la vez estaba un
travestí con el que me gustaría culiar y que me pene-trara, ahí estaba también
esa verga gruesa, blanquita, que sueño un día mamar y pajear, sentirla en mi
culito rozándolo… uf!, y además ahí estaba una dama madura, sensual, perfumada,
vestida de negro exhibiéndose para mí, vi como caía el semen caliente en el
piso y lo sentí derramándose en mis nalgas…! En un instante y como un destello
pervertido me vino la idea de que estabas ahí, y te imaginé culiando y chupando
esa verga en un onírico juego lésbico y más me calenté. Y por ultimo en esa
imagen de un hombre vestido con ropas de mujer, masturbándose mientras se
sentía a la vez hembra y macho, me vi a mí mismo haciendo eso mismo vestido así
en las varias veces que he hecho eso mismo...! vi el video como tres o cuatro
veces, hasta que eyaculé muy rico! Y fue la plenitud de mi gozo sexual
solitario, un viaje a mis laberintos secretos, y ahí estabas tú a mi lado como
la dulce Beatriz del Dante, pero esta vez no guiándome en el Paraíso sino en mi
íntimo y delicioso Infierno.
Tu Vizconde excitado.
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