Cuando llegué a la capital, como no tenia acá amigas,
lo primero que hice fue a buscar masajistas. Nunca me gustaron las casas de
masajes donde hay varias niñas, para mi son vulgares prostibulos. Así que
empece a buscar señoras maduras o no tan jóvenes, que trabajaran solas y que
dieran masajes con alguna estimulación. Así le llaman a masturbar al cliente.
La primera que me gusto fue Valeria, cincuentona, aseñorada, no muy atractiva.
Había sido enfermera y hacia poco se había instalado en un departamento en el
centro para dar masajes de relajación. Cuando hable con ella por teléfono me explico
que eran solo de relax, en todo el cuerpo, sin masaje erótico. Fui de todas
manera para ver. La primera vez me hizo solo un muy buen masaje de relajación,
tenia un colchón en el suelo, y allí yo me tendí desnudo. Me masajeo todo el
cuerpo, incluso la zona genital, pero sin tocarme directamente el miembro, si
muy cerca de el, me rozo varias veces los testículos y el pene, yo estaba un
poco cohibido y no me excite. Conversamos mucho de distintos temas y entramos
bastante en confianza. La segunda vez, mientras me daba el masaje, yo desnudo
tendido en el colchón, en la conversación llegamos al tema sexual, yo le dije
que no me gustaban mucho las casas de masajes donde solo era sexo, pero que
igual a veces un hombre necesitaba relajarse sexualmente, por ahí ella me dijo
que entendía y era normal, que si quería me podía dar un masaje erotizante
cuando terminara el de relax. Le dije al tiro que bueno. Así que cuando termino
el de relajación, me puso boca abajo y comenzó a masajearme suavemente por todo
el cuerpo, solo con la yema de los dedos. De a poco se fue acercando a mis
genitales, y por ahí me tocaba a la pasada muy suavecito los testículos, a mi
se me empezó a parar la verga con estos toqueteos. Cuando vio que ya me tenia
bien caliente me hizo ponerme de espalda y siguió masajeandome muy suave y
tocando a la pasada mi miembro, de vez en cuando lo agarraba con la mano le
daba un apretoncito y hacia alguna broma…esto me fue calentando cada vez mas,
cuando yo estaba ya muy caliente comenzó a masturbarme muy rico, mientras con
la otra mano me sobaba los testículos. Me hizo acabar realmente muy rico. Desde
esa vez continuamos con el erotizante después del de relax, con el tiempo
comenzó a pasarme la lengua por el pico, después a chuparlo, en esto es
experta!, también yo comencé a tocarla por encima de los cuadros, después ya se
desnudaba y yo podía chuparle los pezones, la tetamenta como dice ella porque
tiene una tetas muy grandes y ricas, y también comencé a tocarle el chorito,
finalmente llegue a penetrarla y desde ahí comenzamos también a culiar de vez
en cuando. Ella se calentaba pero rara vez llegaba al orgasmo, en todo caso me masturbaba
y chupaba tan bien que hubo ocasiones en que ni siquiera la penetré, solo eyaculaba
mientras me corría la paja.
El Vizconde masajeado.
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