“Obsesión significa asedio.
Se trata de una perturbación anímica producida por una idea fija, que con tenaz
persistencia asalta la mente. Este pensamiento, sentimiento o tendencia aparece
en desacuerdo con el pensamiento consciente de la persona, pero persiste más
allá de los esfuerzos por librarse de él”. Wikipedia.
Después seguimos la rutina de un trío normal, ella,
que era una sibarita del sexo oral, nos mamó la verga a cada uno y también
juntos, estas escenas nos calentaron mucho a él y a mí, también nos masturbó a
cada uno por separado y después juntos una mano para cada uno, en otro momento
ella me chupo la verga mientras él la penetraba, me excitaba mucho ver a mi
amiga culiando, ver esa verga portentosa penetrándola, la pobre llegaba a
gritar!, también la masturbé mientras ella se la mamaba. Finalmente ella me
mamó hasta casi hacerme eyacular y entonces yo acabé derramando mi semen en sus
tetas mientras él la culiaba encima de ella. Ahora mis comentarios personales.
Yo gozaba de estas escenas y juegos con mi verga muy dura y en continua
masturbación, aunque siempre suave para no acabar antes de tiempo, y
obsesionado con esa verga tan gruesa y grande de él, la baronesa pujaba por
salir!, aun tengo la sensación de esa dureza carnal de cuando le agarré la
verga, es que era un animal portentoso, me daban entre nervios y deseos locos,
aunque nunca de penetración!, en mi interior sabia que no dejaría que me
penetrara, no me nacía hacerlo y también porque era demasiado grande y me
dolería!, pero si reconozco que la hubiera mamado a gusto, sin hacerla acabar
en mi boca, solo por sentir ese pedazote de pico en mis labios y entrando en mi
boca, y sobre todo me hubiera gustado mucho lamerla junto con ella, me
imaginaba nuestras lenguas húmedas encontrándose y jugando juntas sobre ese
tallo grueso y erecto, también recuerdo muy bien la sensación que sentía en mi
mano al correrle el forrito, lo sentía como una piel muy delicada y delgada
cubriendo algo duro y de un grosor desproporcionado, uuyy!, y eso también me
hubiera gustado, hacerle una pajita con mi manos hasta sacarle todo la
lechecita caliente y sentir como se derramaba por mi mano, y también haber
jugado a la esgrima con nuestras pichulas, sentir en la mía el roce carnal de
la otra. Fue una muy rica y excitante experiencia, que no volvimos a repetir.
Pero me quedo muy marcada esa sensación de tener y masturbar con mi mano ese
tieso y grueso pene, y me quedó muy claro que jamás dejaría que me penetraran
pues en todo ese rato nunca sentí deseos de que eso sucediera. Simplemente
confirmé que no soy gay.
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