viernes, 31 de mayo de 2013

Cartas desde el purgatorio (2)


“Obviamente, esto le pasaba a Freud, que escribió que cuando era niño una vez tuvo una reacción erótica al ver a su madre desvistiéndose”.¿Cómo trabaja la mente?, Steven Pinker, 1997.

De esos años de iniciación tengo un pervertido recuerdo con mi abuela, yo tenía unos doce o trece años y ya sabía masturbarme. Ella arrendaba una pequeña pieza el fondo de una casa mas grande que se arrendaba a otras personas. Y durante un tiempo esa casa estuvo sin arrendatarios así que para que mi abuela no durmiera sola yo debí  ir a quedar a dormir con ella para acompañarla. Ella tendría unos 65 años y era viuda desde hacia muchos años. Dormíamos en la misma cama, que no era muy grande, pero ella para la cabecera y yo hacia los pies. Y una noche desperté a media noche, ella dormía, sentí que mis pies estaban entre sus piernas o algo así y me excite mucho, así que comencé a masturbarme ahí mismo solo con mis dedos en mi verga, muy quieto hasta que acabé... el semen lo echaba en mi mano. La noche siguiente esperé que se durmiera y comencé a hacer lo mismo... pero esta vez moviendo mis pies hacia sus piernas muy sigilosamente... y masturbándome. No sé si ella se daba cuenta no, si aparentaba dormir o realmente no despertaba con mis roces y movimientos, no me di cuenta... yo lo hacia todo muy cuidadosamente. Hasta que una noche, seguramente incitado por mi calentura, metí uno de mi pies en su vulva, sentí sus vellos, su sexo estaba cerrado pero lo sentí muy bien... y me masturbé muy rico. Ahora que recuerdo, también cuando se acostaba yo me hacia el dormido y miraba sus pechos... eso de meter mi pie en su sexo lo hice varias veces..., quizás en un a de aquellas ocasiones ella debió despertarse pero nunca me dijo nada, ni se movía... todo esto duró como 15 días. Después de esos días, no paso nada nunca  más, mi relación de respeto filial con ella siguió igual que siempre. Pero he aquí una confidencia especial, que me avergüenza y que de seguro me marcó en toda mi vida sexual. Fue cuando tenia como 12 o 13 años, nuestra casa era de madera y había una rendija hacia el dormitorio de mis padres, bueno, nunca los vi en el acto sexual pero miraba a mi madre cuando se desvestía..., siempre lo hacia sentada en la cama así que yo solo veía sus seno, esa imagen me ha perseguido para siempre, eran grandes de pezones muy oscuros y grandes..., siempre me masturbaba mientras la miraba, era un vicio incontrolable. Pero durante el día no sentía nada más hacia ella, como que mi mente bloqueaba esas vivencias. Solo pude escapar de eso cuando se cambio la distribución de las piezas, fueron casi dos años en eso.

Tu amado Vizconde, en confesión

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