“Obviamente, esto le pasaba
a Freud, que escribió que cuando era niño una vez tuvo una reacción erótica al
ver a su madre desvistiéndose”.¿Cómo trabaja la mente?, Steven Pinker, 1997.
De esos años de iniciación tengo un pervertido recuerdo
con mi abuela, yo tenía unos doce o trece años y ya sabía masturbarme. Ella
arrendaba una pequeña pieza el fondo de una casa mas grande que se arrendaba a
otras personas. Y durante un tiempo esa casa estuvo sin arrendatarios así que
para que mi abuela no durmiera sola yo debí
ir a quedar a dormir con ella para acompañarla. Ella tendría unos 65
años y era viuda desde hacia muchos años. Dormíamos en la misma cama, que no
era muy grande, pero ella para la cabecera y yo hacia los pies. Y una noche
desperté a media noche, ella dormía, sentí que mis pies estaban entre sus
piernas o algo así y me excite mucho, así que comencé a masturbarme ahí mismo
solo con mis dedos en mi verga, muy quieto hasta que acabé... el semen lo
echaba en mi mano. La noche siguiente esperé que se durmiera y comencé a hacer
lo mismo... pero esta vez moviendo mis pies hacia sus piernas muy
sigilosamente... y masturbándome. No sé si ella se daba cuenta no, si
aparentaba dormir o realmente no despertaba con mis roces y movimientos, no me
di cuenta... yo lo hacia todo muy cuidadosamente. Hasta que una noche,
seguramente incitado por mi calentura, metí uno de mi pies en su vulva, sentí
sus vellos, su sexo estaba cerrado pero lo sentí muy bien... y me masturbé muy
rico. Ahora que recuerdo, también cuando se acostaba yo me hacia el dormido y
miraba sus pechos... eso de meter mi pie en su sexo lo hice varias veces...,
quizás en un a de aquellas ocasiones ella debió despertarse pero nunca me dijo
nada, ni se movía... todo esto duró como 15 días. Después de esos días, no paso
nada nunca más, mi relación de respeto
filial con ella siguió igual que siempre. Pero he aquí una confidencia especial,
que me avergüenza y que de seguro me marcó en toda mi vida sexual. Fue cuando
tenia como 12 o 13 años, nuestra casa era de madera y había una rendija hacia
el dormitorio de mis padres, bueno, nunca los vi en el acto sexual pero miraba
a mi madre cuando se desvestía..., siempre lo hacia sentada en la cama así que
yo solo veía sus seno, esa imagen me ha perseguido para siempre, eran grandes
de pezones muy oscuros y grandes..., siempre me masturbaba mientras la miraba,
era un vicio incontrolable. Pero durante el día no sentía nada más hacia ella,
como que mi mente bloqueaba esas vivencias. Solo pude escapar de eso cuando se
cambio la distribución de las piezas, fueron casi dos años en eso.
Tu amado Vizconde, en confesión
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