martes, 25 de junio de 2013

Carta desde el paraíso (14)



Nunca te olvido, no hay día en que no te piense y desee... y te busque en los recovecos de mi memoria. Muchas veces miro y miro tus imágenes, tu rostro, tus uñas, tu pelo, tu senos, ese nido que he lamido y penetrado tantas veces en mis secretas excitaciones..., muchas veces escucho tu voz en el bosque, tus susurros y tus quejidos cuando consumamos en esa clandestinidad vegetal el Amar en nuestras carnes ardientes, y cada vez el amor-deseo surge y se enciende en una hoguera cada vez mas alta. Y espero, busco por los días tu presencia, tu intensidad, tu cercanía, sin perder nunca la esperanza de ti. Te amo y deseo y siempre estaré en ti, amanezco besando tu boca, amándote, como hoy, en que desperté con el perfume de tu piel tatuado en la mía, y amaneció con tu aroma, con la tierna tibieza de tu cuerpo mío, poseído con la intensidad de ese juego voluptuoso de madre-hijo incestuosos escondidos en el paraíso que ellos construyeron con el Amar. Y en la mañana de ayer estuve releyendo y reviviendo todas esas sensaciones que vivimos solitarios en nuestro pequeño mundo, donde nos amamos y deseamos lejos del mundo hostil e indiferente. Y me sentí otra vez en tu cuerpo mío, entre tus brazos, entre tus pechos aferrado a tus pezones, fui otra vez tu bebe y tú mi mami, acaricié y lamí otra vez tu cuerpo de hembra-madre, me hundí en tu carne ardiente y allí fui macho-niño en la consumación maravillosa de nuestro Amar. Te amo Casandra mía, no me canso de sentirlo y decírtelo, soy tan tuyo que me faltas siempre. Ya veras que todo ha cambiado, créeme, ahora estoy dedicado solo a ti, quiero darte tranquilidad y alegría entre todos tus problemas, ser tu descanso, tu entretención alegre, sí, por eso siénteme solo tuyo porque siempre estoy ahí contigo, porque quiero que te sientas tranquila y segura conmigo, quiero abrazarte y cobijarte, que te duermas tranquila en mis brazos, sí amada, todo en ti, porque eres mía, muy mía, tu cuerpo, tu alma, tu mente, tal como tu me posees entero, amada, soy feliz perteneciéndote, amor, te amo, beso tu boca con amor y ternura, suavemente, amada... estoy ahí, a tu lado acariciando tu pelo, acariciando tu rostro, dándote mi calor y mi cercanía, susurrando en tu oído: te amo te amo, y te beso con pasión, te aprieto contra mi pecho, te acurruco con mi cuerpo, sí sí amada te doy todo mi Amar, te poseo con el Amar mas puro, eres tan mía, ah amada... que puedo desde acá darte un beso ardiente para que te dure todo el día en tu boca.

Tu Vizconde embrujado

No hay comentarios:

Publicar un comentario