En el norte, hace como veinte años, cuando recién
quede solo, aun en la casa, la empleada, era una morenita bajita y no muy
agraciada, de unos 35 años, se quedó hasta que yo pudiera enviar los muebles a
la familia, era verano y yo estaba de vacaciones. Entonces, en las tardes, después
de almuerzo cuando comenzaba el calor, yo me sacaba la camisa y andaba en puros
short, incluso sin slips, así me calentaba que ella me viera. Bueno, ella era
bien simplona, o se hacia, nunca me dijo nada ni se enojaba, de a poco fui
usando los short mas abajo, hasta que se me veían los vellos. Hasta que un día
que yo estaba bien caliente y hacia mucho calor en la mañana, la esperé desnudo
haciéndome el dormido en el dormitorio, tirado encima de la cama, ella entró al
dormitorio a hacer la cama pensando que yo había salido y me vio, yo hice como
que despertaba y me tape mi miembro con la mano, de puro nervioso no lo tenia
parado!, y ella salio pidiendo disculpas, bueno, ese día después de almuerzo
hacia mucho calor, y me saque los short y me fui al living, y me senté a leer
el diario así, completamente desnudo! En una de esas ella entro al living y me
miro, se puso colorada y como que huyó para la cocina asustada, yo fui
tranquilamente para allá y le dije; tranquila si no la voy a violar, es que
hace mucho calor y además usted ya me vio todo, y somos adultos no? Ella me contesto
media corrida; sí… es que me da vergüenza. Le dije muy calmado; esta bien, no
se preocupe, la entiendo. Y desde ese día yo andaba por la casa desnudo tranquilamente,
y ella como si nada, un par de veces intente algo con ella pero se corría…,
aunque nunca fui directo en mis intenciones, para ser franco me excitaba mas el
mi exhibicionismo que tener sexo, pues tenía otras amantes que veía a diario.
En todo caso yo andaba caliente todo el día!, y mi pichula se me paraba a cada
rato, ella nunca la vio parada eso si, después cuando se iba en la tarde, o a
veces en el día en el baño, yo me hacia unas pajas muy ricas!, toda esa situación
me excitaba mucho, que ella me viera mi pico, todo eso, aunque nunca sentí un
deseo muy grande de estar con ella, de hecho no me gustaba.
El Vizconde exhibicionista.
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