martes, 4 de junio de 2013

Cartas desde el purgatorio (3)


“La pubertad, adolescencia inicial o adolescencia temprana es la primera fase de la adolescencia y de la juventud, normalmente se inicia a los 11 años en los niños y finaliza a los 14 años. En la pubertad se lleva a cabo el proceso de cambios físicos en el cual el cuerpo del niño o niña se convierte en adolescente, capaz de la reproducción sexual” Wikipedia.

Vago por mi memoria de pubertad buscando otros hechos que delaten el origen de mí secreto y no encuentro oquedades o intersticios más que la solitaria masturbación viciosa en el baño durante el día y/o en la cama en las noches. Ya en la adolescencia se inicia mi voyerismo, esa “conducta caracterizada por la contemplación de personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual con el objetivo de conseguir una excitación sexual”, que aun me acosa y me da intensos placeres. Comencé espiando a mi madre como ya te relaté, y después a las vecinas por orificios o rendijas en las paredes del patio, mientras se duchaban en el patio en verano o andaban por sus casas a medio vestir en las noches antes de acostarse. Mi excitación sexual era constante, andaba siempre caliente buscando oportunidades para espiar a las mujeres y después recordar esas visiones y correrme la paja en su honor. Tuve mi primera novia a los 16 años y fue una breve relación muy pura sin ningún atisbo sexual. Yo era muy tímido. Después, a los 18 años conocí a la que es mi señora, y nuestras primeras caricias sexuales fueron después de tres años de noviazgo. Esas caricias se fueron intensificando más y mas hasta que llegamos a masturbarnos uno al otro, la primera relación sexual fue cuando yo tenía 21 años, ambos éramos vírgenes. Ahí comenzó realmente mi vida sexual, cuatro años después nos casamos y mi sexualidad se desató, teníamos relaciones 3 o 4 veces por semana, y los días en que no hacíamos el amor generalmente yo me masturbaba solo en privado. A los cinco años de matrimonio nos fuimos a otra ciudad y aunque seguimos con ese mismo ritmo sexual yo comencé a tener amantes, casi siempre tenia mas de una, y mi sexualidad se intensificó hasta llegara a tener sexo 6 o 7 veces por semana. Esta etapa fue sucediendo entre mis 32 y 51 años. Durante todo ese tiempo seguí pajeándome, disfrutando mi voyerismo cuando se presentaba la ocasión, y en los últimos años iba semanalmente a sesiones de masajes que me daban señoras maduras y que siempre culminaban con una exquisita masturbación. Poco  después me jubilé y ya las posibilidades de encontrar amantes disminuyo, solo tuve algunas que eran de mi entorno cercano. Pero ya en ese periodo había descubierto la pornografía en Internet, primero fotos y después videos, y por ultimo los contactos virtuales, entonces la masturbación la canalicé a través del sexo virtual. Y así hasta que apareciste tú, Casandra mía.
Tu amado Vizconde, en confesión


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