“La pubertad, adolescencia
inicial o adolescencia temprana es la primera fase de la adolescencia y de la
juventud, normalmente se inicia a los 11 años en los niños y finaliza a los 14
años. En la pubertad se lleva a cabo el proceso de cambios físicos en el cual
el cuerpo del niño o niña se convierte en adolescente, capaz de la reproducción
sexual” Wikipedia.
Vago por mi memoria de pubertad buscando otros hechos
que delaten el origen de mí secreto y no encuentro oquedades o intersticios más
que la solitaria masturbación viciosa en el baño durante el día y/o en la cama
en las noches. Ya en la adolescencia se inicia mi voyerismo, esa “conducta caracterizada por la contemplación
de personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual con el
objetivo de conseguir una excitación sexual”, que aun me acosa y me da
intensos placeres. Comencé espiando a mi madre como ya te relaté, y después a
las vecinas por orificios o rendijas en las paredes del patio, mientras se
duchaban en el patio en verano o andaban por sus casas a medio vestir en las
noches antes de acostarse. Mi excitación sexual era constante, andaba siempre
caliente buscando oportunidades para espiar a las mujeres y después recordar
esas visiones y correrme la paja en su honor. Tuve mi primera novia a los 16
años y fue una breve relación muy pura sin ningún atisbo sexual. Yo era muy
tímido. Después, a los 18 años conocí a la que es mi señora, y nuestras
primeras caricias sexuales fueron después de tres años de noviazgo. Esas
caricias se fueron intensificando más y mas hasta que llegamos a masturbarnos
uno al otro, la primera relación sexual fue cuando yo tenía 21 años, ambos
éramos vírgenes. Ahí comenzó realmente mi vida sexual, cuatro años después nos
casamos y mi sexualidad se desató, teníamos relaciones 3 o 4 veces por semana,
y los días en que no hacíamos el amor generalmente yo me masturbaba solo en
privado. A los cinco años de matrimonio nos fuimos a otra ciudad y aunque
seguimos con ese mismo ritmo sexual yo comencé a tener amantes, casi siempre
tenia mas de una, y mi sexualidad se intensificó hasta llegara a tener sexo 6 o
7 veces por semana. Esta etapa fue sucediendo entre mis 32 y 51 años. Durante
todo ese tiempo seguí pajeándome, disfrutando mi voyerismo cuando se presentaba
la ocasión, y en los últimos años iba semanalmente a sesiones de masajes que me
daban señoras maduras y que siempre culminaban con una exquisita masturbación.
Poco después me jubilé y ya las
posibilidades de encontrar amantes disminuyo, solo tuve algunas que eran de mi
entorno cercano. Pero ya en ese periodo había descubierto la pornografía en
Internet, primero fotos y después videos, y por ultimo los contactos virtuales,
entonces la masturbación la canalicé a través del sexo virtual. Y así hasta que
apareciste tú, Casandra mía.
Tu amado Vizconde, en confesión
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