Confesiones reales en Internet.
“El falo es el significante
privilegiado de esa marca en que la parte del logos se une al advenimiento del
deseo”. Die Bedeutung des Pahallus (La significación del falo), Jacques Lacan,
1958.
—Pero lo que me paralizo fue cuando vi el gran
espectáculo, tenía un tremenda polla, enorme, gruesa, venosa y provocativa. —Se
dio la vuelta y se quitó los pantalones. Me dio de pronto un escalofrío enorme
y un sentimiento de culpa. Quizás no debería estar mirando, pero no podía dejar
de hacerlo. —Llevaba unos slips blancos muy ajustados que insinuaban un bulto.
A mi me pareció enorme, claro que por aquellos entonces, era la primera vez que
yo veía algo así. Su cuerpo era toda una escultura griega en proporciones. Se
dio la vuelta y retiró las sábanas de la cama hacia atrás. Estaba de espaldas a
mí, mirando hacia la puerta, de pronto metió una mano por cada lado del slip y
se lo bajó. Por la entrepierna se le veían perfectamente los testículos y un
ano muy peludo. Me sobresalté muchísimo. Se incorporó y se giró. Tenía un pene
muy grueso. —Sus testículos eran bastante más gordos, como dos puños. Yo estaba
toda húmeda viendo aquello a 5 o 6 metros de mí. El se masturbaba con fiereza,
parecía que se la quisiera sacar de entre las piernas, se retorcía en la cama y
yo estaba a punto de explotar. Se echaba la piel del pene hacia atrás dejando
ver un capullo rojo como una amapola. —Entonces se giró y entonces vi el pene
más grande que he visto en mi vida. Debía medir unos 19 cm. hacia abajo. El era
delgado y musculoso, y con aquello que le colgaba pensé que estaba viendo la
cosa más hermosa del universo. —Y en un momento se levantó y por primera vez vi
un pene de adulto completamente tieso. Me asuste un poco pero seguía mirando.
Yo había visto su pene de mi hermano pero chiquito. —No sé cómo me atreví, tiré
de la sábana hacia abajo y vi su pene inmenso, largo, y un glande que estaba
hinchado. —Fue al baño y dejó la puerta abierta, para que yo lo viera y cuando
salía se venía guardando su pene, que estaba paradísimo. Luego fui al
dormitorio él me estaba esperando con su gran pene parado frotándoselo. —El fue
y se quitó toda la ropa, la puso cerca de la chimenea y se acostó desnudo.
Cuando lo vi pasar frente a mi tenía el pene muy grande y grueso, eso me éxito
demasiado. Fui a ver de nuevo lo vi acostado para arriba, tenía de verdad el
pene grande y grueso. —Le saque su pantalón junto con su bóxer y quedó
totalmente desnudo, tenía una erección enorme, un pene casi el doble del tamaño
del de mi esposo, grueso, con unas venas que parecía se le reventarían de tan
hinchadas, a sus 17 años era un superdotado.
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