miércoles, 26 de junio de 2013

Cartas desde mi infierno (38)


(Una fantasía personal)

“La felación (del latín fellatio) es una forma de sexo oral que consiste en chupar o lamer el pene y el escroto con la boca, la lengua y los labios”. Wikipedia.

Todo comienza cuando el miembro viril está blandito y medio caído, entonces le empiezo a hacer caricias con la lengua caliente y húmeda y me lo voy metiendo a la boca despacito y voy sintiendo que empieza a crecer dentro de mi boca hasta que por su grosor mis labios no lo pueden contener más y empiezo a meterlo y sacarlo de la boca haciendo fricción con mis labios, al mismo tiempo que le acaricio los testículos, sigo hasta que tengo que sacarlo un poco ya que siento que me ahogo. Ahora empujo el prepucio por encima del glande e introduzco la puntita de mi lengua en la abertura del prepucio. Rodeo el glande con la punta de la lengua, mordisqueando y succionando suavemente la piel retirada. Sostengo el tronco del pene y utilizo nuevamente mis labios para estirar la delicada piel del forrito. Sigo hacia abajo hasta tener la totalidad del miembro en mi boca, vuelvo hacia atrás y uso mi mano para sostener el prepucio justo debajo del frenillo, de manera que puedo lamer todo el contorno del glande expuesto. Busco el frenillo y lo succiono y empujo ligeramente con mis labios y la lengua, y entonces envuelvo la corona del glande. Luego lamo el tallo del pene, tomo el pene con la mano, como si lo estuviera masturbando con mi dedo pulgar dirigido hacia el glande. Luego agarro el pene y lo lamo como si fuera un helado, formo un anillo con mis dedos alrededor de la base del pene, esto aumenta la erección y ayuda a controlar hasta dónde quiero que entre el pene en mi boquita. Respiro por la nariz y cubro los dientes con los labios para no raspar el pene con ellos.  Voy con mi boca haciendo movimiento hacia arriba y hacia abajo. Sigo después chupando el falo bien erecto. Cuando siento que no da más entonces meto la pichula entera en mi boca y la saco rápidamente repetidas veces. Y así voy alternando, hasta que sólo me dedico a introducirlo y sacarlo de mi boca ya sea chupándolo (como su fuera biberón) o friccionándolo con mis labios hasta que explota de placer y de pronto siento que eyacula en mi boca y el semen empieza a derramarse por las comisuras de mis labios, en ese mismo instante me siento toda una hembra puta y mi fantasía revienta como una burbuja de jabón.

El Vizconde imaginativo.

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